Esta tarde se ha inaugurado la exposición “Cisneros: Arquetipo de Virtudes, Espejo de Prelados” en la Catedral Primada. La ceremonia de inauguración ha tenido lugar a las 18h en el trascoro del templo primado.
Son un total de 350 piezas las que componen esta exposición que permanecerá en la Catedral toledana hasta el 18 de febrero de 2018.
La inauguración ha corrido a cargo del Arzobispo de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez Plaza que ha pronunciado un discurso con este motivo. También ha tomado la palabra el Deán Mons. Juan Miguel Ferrer Grenesche. Ambos han estado acompañados por el Sr. Obispo Auxiliar, Mons. Ángel Fernández Collado y por el Obispo de Albacete, Mons. Ciriaco Benavente Mateos.
Igualmente han asistido al acto de esta tarde el Vicepresidente primero de Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro; la alcaldesa de la ciudad de Toledo, Milagros Tolón; el vicepresidente de las Cortes Regionales de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado; el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde; el director general del Museo del Ejército; el consejero de Educación y Cultura, Ángel Felpeto; el rector de la Universidad de Castilla-La Mancha, Ángel Collado.
V Centenario de la muerte del Cardenal
El arzobispo de Toledo ha querido hacer especial hincapié de inauguración de esta exposición: “Hoy es 8 de noviembre, pero no de 1517; son momentos previos, ya en 2017, a recorrer juntos una Exposición singular. Nos unimos al reconocimiento que en este año se hace a un Cardenal de Toledo. Reconocimiento merecido a una figura grande, pero cuya grandeza estriba en haberse olvidado de sí mismo y puesta su persona a servicio de los demás. En la Exposición podemos acercarnos a la época vivida por Cisneros; creo que también nos va a permitir entrar en el interior del alma del Cardenal y en la razón de sus grandes obras, por aquello de que al ser sigue la acción. A una persona grande normalmente siguen las obras que realizó, como expresión de lo que vivió y cómo lo vivió.”
Importancia para la historia de España
También ha querido subrayar la importancia, para la historia de España, de la figura del cardenal: “Cisneros en algo más de veinte años, hizo sentir su autoridad. Primero como Arzobispo de Toledo en 1495; más tarde en todo el Reino por su nombramiento como cardenal e inquisidor general (1507) y su desempeño como gobernador de Castilla (en 1506-1507 y 1516-1517) hasta su muerte en Roa cuando andaba caminando al encuentro del rey y futuro emperador Carlos V. Fue lo que hoy denominamos verdadero “hombre fuerte” de la política y de la Iglesia. Pero donde realizó las principales obras que le han valido el reconocimiento de la posteridad.”
Hombre de virtudes
Don Braulio no ha querido pasar de soslayo las virtudes del que fuera confesor de la reina Isabel La Católica: “Si por algo destacó Fray Francisco Ximénez de Cisneros fue por su humildad que no estaba reñida con la energía en la toma de decisiones. Siempre quiso apartarse del mundanal ruido, de las intrigas de la corte, de la política y de los problemas sucesorios, para dedicarse exclusivamente a su vocación religiosa y a satisfacer su insaciable curiosidad intelectual. Pero si ese era su deseo, jamás lo consiguió. Desde que, en contra de su parecer, fue elegido confesor por la reina Isabel de Castilla, Cisneros sabía que una nueva vida se presentaba ante su humilde condición. Ni siquiera el hecho de ser elegido arzobispo de Toledo, la más alta dignidad eclesiástica de España, impidió que siguiera llevando los humildes hábitos franciscanos. Su honestidad y la invariabilidad de su carácter fueron su bandera, siempre mantuvo la entereza. El Papa tuvo que pedirle compostura y vestir como correspondía a su dignidad, y así lo hizo, pero manteniendo los hábitos bajo la pomposa vestimenta arzobispal.”
Hombre de Estado
La figura de hombre de Estado ha quedado resaltada con las siguientes palabras: “En los últimos años de su vida, Cisneros aparece como un verdadero hombre de Estado, al ser Regente de Castilla. Conoció, sufrió y supo dar sólida respuesta a todos los obstáculos que se le presentaron, que fueron muchos. No puede exagerarse el significado de su actuación en el ojo del huracán de una época especialmente agitada, con una nobleza acostumbrada a luchar por sus intereses personales, jalonada por la muerte de la reina Isabel, el ascenso al trono de su hija Juana, una reina no capacitada para regir los destinos de su nación casada con Felipe el Hermoso, un rey en la sombra, que queriendo asumir el papel de rey, siendo consorte de la verdadera sucesora de Isabel, nunca mantuvo buenas relaciones con Cisneros.”
Merecido homenaje del Cabildo Primado
Las palabras del Primado han terminado dando razón al motivo de esta magna exposición: “Ahora al cumplirse el quinto centenario de su fallecimiento, el Cabildo de la Catedral Primada quiere rendirle merecido homenaje mediante el montaje de una gran exposición que nos aproxime a su época, nos haga conocer a los grandes arzobispos que le precedieron (Carrillo y Mendoza) y dibuje un retrato que refleje lo más fielmente posible aquella gran figura y aquel gran carácter, y nos acerque lo más posible a conocer al Gran Cardenal en todas sus proporciones verdaderamente gigantescas.”
Para leer el discurso completo del Arzobispo de Toledo: Pinchar aquí.
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