El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro Chaves, ha presidido esta mañana la Misa Crismal en la Catedral de Toledo. Junto al Primado ha concelebrado el obispo auxiliar y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Francisco César García Magán; igualmente los arzobispos Mons. Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo emérito, y Mons. Alejandro Arellano Cedillo, decano del Tribunal de la Rota Romana. Más de 200 sacerdotes han participado en esta Misa, celebrada en Altar Mayor del Templo Primado y en la que también se encontraba el vicario general de la diócesis nicaragüense de Matagalpa, cuyo obispo Mons. Rolando Álvarez permaneció en la cárcel durante más de un año. Cabe destacar también la presencia de un sacerdote de Ucrania en esta concelebración, razón por la cual, Mons. Cerro ha recordado la necesidad perentoria de pedir por la paz.
En el transcurso de la ceremonia, ante el Arzobispo de Toledo, los presbíteros han renovado las promesas realizadas en el día de la ordenación sacerdotal. Igualmente, Mons. Francisco Cerro ha consagrado el santo crisma y ha bendecido el óleo de los catecúmenos y el de los enfermos. Para el crisma se ha utilizado el aceite que los confirmandos de la archidiócesis de Toledo entregaban a Mons. Cerro en el encuentro mantenido con ellos el pasado 2 de marzo en Talavera de la Reina.
El Sr. Arzobispo presidirá a partir de las 12:00 h, en la @SICP_de_Toledo la Santa Misa Crismal. Puedes seguir la celebración en directo a través de @RTVDToledo pic.twitter.com/9HNdF44gtz
— Archidiócesis de Toledo (@architoledo) March 26, 2024
Carta Pastoral de Jueves Santo en el Año Sacerdotal
Al comienzo de la homilía, don Francisco Cerro ha agradecido la presencia de todos los sacerdotes congregados, recomendándoles leer la carta pastoral que les ha dirigido con motivo de la celebración del Jueves Santo y cuyo título forma parte del capítulo 17 del evangelio de san Juan: “Padre, te ruego por los que tú me has dado, porque tuyos son”.
Se trata de la cuarta pastoral que Mons. Cerro dirige al clero de la Archidiócesis desde que comenzara su ministerio episcopal en 2020.
El Primado, en su escrito pastoral, subraya su inmensa alegría al cada año “escribir estas líneas, de corazón a corazón, dirigidas a mis más queridos colaboradores, los presbíteros de Toledo, en este año sacerdotal (…) en el que la oración de los sacerdotes y la oración por los sacerdotes está animando la vida de nuestra Iglesia diocesana”.
Don Francisco exhorta al clero a renovar “la fe en la fuerza del sacerdocio que nos ha regalado Jesucristo. Nuestra vocación es lo más importante que tenemos, y la única esperanza de regeneración de la Iglesia y de la sociedad”. En este sentido, el Primado subraya que es “lo más urgente de cuidar. Ser lo que somos, procurar con todo nuestro corazón ser lo que tenemos que ser“.
Incide especialmente en la importancia de la vida interior de los presbíteros: “Para el sacerdote es importante preparar su oración. Que tenga un tiempo determinado, conociendo nuestras características personales que nos pueden inclinar más a la mañana o a la noche. Pero que sea un verdadero tiempo para Dios“.
En la parte final de la carta pastoral, don Francisco Cerro propone una oración litánica que cada jueves se lleva a cabo en la Casa Contemplativa Diocesana “para interceder por los sacerdotes” y que recomienda rezar en este año sacerdotal que vive la Archidiócesis de Toledo.
Vivir agradecidos con el sacerdocio
El prelado, durante su homilía, trayendo a colación palabras de san Juan Pablo II ha recordado que el sacerdote es “personificación existencial de Jesucristo”. Mons. Cerro ha pedido que “no nos cansemos de ser sacerdotes” allí donde cada uno se encuentre trabajando pastoralmente, recordando que la “nuestra vida tiene que ser gastarse y desgastarse por Jesucristo”.
Dirigiéndose a los que se preparan al sacerdocio ha recordado que “nos hemos de preparar para vivir como pastores con humildad y sencillez, para trabajar por el Pueblo de Dios, con olor a Jesucristo y con olor a oveja que nos tiene que caracterizar”.
El Primado ha llamado la atención en evitar “planteamientos sacerdotales que nos inutilizan para la vida pastoral” a la par que ha recordado la importancia de vivir sacerdotalmente “entregándonos a los demás”.
“El sacerdote también está necesitado de misericordia, además de ejercitarla” ha exhortado Mons. Cerro, parafraseando las palabras del papa Francisco en su visita a una cárcel en Panamá, durante la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud de 2019.
De igual manera ha recordado que los presbíteros “hemos de identificarnos con la cruz de Cristo” porque “con una cruz con Cristo todo se puede llevar”
Ha incidido el Primado en “vivir agradecidos con nuestro sacerdocio: por vivir la Eucaristía y por perdonar los pecados”. En este sentido ha manifestado que “si naciera mil veces, mil veces sería sacerdote”.
Por último, el Arzobispo de Toledo ha pedido al presbiterio diocesano “vivir con los sentimientos del corazón de Cristo” recordando que “nunca podemos evangelizar lo que no amamos”.
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