EPISCOPOLOGIO: Arzobispo don Marcelo González Martín


Imagen de Arzobispo don Marcelo González Martín

El cardenal y arzobispo de Toledo don Marcelo González Martín nació en Villanubla (Valladolid), el 16 de enero de 1918. Miembro de una familia modesta, quedó huérfano de padre cuando tenía tres meses de edad. Realizó sus primeros estudios en el Seminario de Valladolid y, más tarde, en la Universidad Pontificia de Comillas, donde se graduó en Teología. El 29 de junio de 1941 recibió la Ordenación Sacerdotal en Valladolid y comenzó su fecunda labor de enseñanza impartiendo diversas asignaturas teológicas en el Seminario Diocesano y de Religión Católica en las Facultades de Medicina y Derecho de la Universidad Civil. Como orador sagrado, recorrió casi toda España enseñando la doctrina cristiana. Canónigo por oposición de la catedral metropolitana de Valladolid su labor principal se manifestó en múltiples obras sociales y culturales, de las que fue colaborador y constante propulsor como consiliario de Acción Católica, de Cáritas Diocesana y de la Fundación Constructora y Benéfica de San Pedro Regalado.

El 31 de diciembre de 1960 el papa San Juan XXIII lo nombró obispo de Astorga. El nombramiento se hizo público el 5 de enero de 1960, recibió la consagración episcopal de manos del Nuncio Apostólico en España en la catedral de Valladolid el 5 de marzo de 1961 y el día 19, solemnidad de San José, hizo la entrada solemne en la diócesis de Astorga. Permanecería en ella durante seis años. En su escudo episcopal figuran los anagramas de Acción Católica y de Cáritas con el lema “Pauperes evangelizantur” (“Los pobres son evangelizados”). Participó como obispo de Astorga en todas las sesiones del Concilio Vaticano II, en las que tuvo destacadas intervenciones, una de las cuales fue elogiada públicamente por el papa Beato Pablo VI. Fundó el Instituto Diocesano de Formación y Acción Pastoral, con el que se dio un gran impulso tanto a la construcción de nuevas iglesias y de hogares para familias de trabajadores, una Casa Diocesana de Ejercicios, la Emisora Radio Popular de Astorga, la Casa Sacerdotal, el Centro del Apostolado Seglar, y el Museo de los Caminos, instalado en el Palacio Episcopal, construido por el arquitecto Antonio Gaudí.

Fue un obispo muy activo y estuvo especialmente interesado en actividades que estrecharan la cooperación de sacerdotes y laicos, razón por la que estableció programas de reuniones de trabajo y de oración. Mejoró la dotación económica del seminario y estableció una intensa reforma de los programas de estudio, promoviendo el desarrollo espiritual y académico de los futuros sacerdotes.

El 22 de febrero de 1966, el papa Beato Pablo VI hizo público su nombramiento como Arzobispo titular de Case Mediane y coadjutor del arzobispo de Barcelona Gregorio Modrego y Casaus, con derecho a sucesión. Entró en la Archidiócesis el 19 de mayo de 1966 y el 7 de enero de 1967 pasó a ser Arzobispo Residencial de Barcelona, al ser aceptada por el Papa la renuncia por enfermedad de Mons. Modrego. Entre otras obras, reorganizó los Seminarios Mayor y Menor, creó la Facultad de Teología de Barcelona (sección San Paciano), la Comisión Asesora de Pastoral y el Consejo Presbiteral; fundó la Academia Diocesana de Filosofía y del Centro de Estudios Pastorales y la Escuela de Enseñanzas Especiales en el Hospital del Niño Dios. Creó la Comisión Diocesana de Medios de Comunicación Social, y el 29 de octubre de 1967 asistió a la I Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, en la Ciudad del Vaticano. Su labor pastoral se manifestó sobre todo en la reorganización de la diócesis y en la predicación incesante de la Palabra de Dios. Con el fin de lograr una mayor eficacia en el trabajo pastoral, designó en 1967 siete vicarios episcopales y un provicario, y un año después consiguió que la Santa Sede nombrara cuatro obispos auxiliares, todo ellos catalanes -caso único hasta entonces en la historia de la Iglesia en España-, que compartieron con el arzobispo la tareas de gobierno pastoral. Durante el tiempo de su mandato, el número de arciprestazgos pasó de veinte a treinta y siete, erigió cincuenta parroquias nuevas, dos de ellas de carácter personal, para los fieles de habla francesa y alemana, y dejó en estudio otra para los fieles de habla inglesa. Promovió el uso de la lengua catalana en la liturgia y en la catequesis e hizo eficaces gestiones para que el uso del catalán fuera reconocido en la Ley de Educación de 1970. Y, antes de ser trasladado a la archidiócesis de Toledo, dejó en estado muy avanzado, después de numerosas consultas, un estudio realizado por especialistas sobre la conveniencia de dividir la archidiócesis de Barcelona en cuatro territorios diocesanos, de acuerdo con la doctrina del Concilio Vaticano II. Su intensa actividad magisterial en Barcelona consta de más de 100 documentos pastorales sobre diversas cuestiones y unos 800 sermones, tanto en la Catedral como en diferentes parroquias, que fueron publicados posteriormente en cuatro volúmenes (Fuertes en la Fe, Editorial Balmes, Barcelona, 1968-1971).

El día 3 de diciembre de 1971 es nombrado arzobispo de Toledo y Primado de España por el papa Beato Pablo VI, realizando su entrada en la archidiócesis el 23 de enero de 1972, Solemnidad del Patrón de la misma, San Ildefonso de Toledo. Muy poco tiempo después fue nombrado cardenal de la Iglesia con el título de San Agustín en el Consistorio del 5 de marzo de 1973. Participó en los cónclaves en que fueron elegidos papas Juan Pablo I y Juan Pablo II. Ha sido miembro de las Congregaciones Romanas de la Doctrina de la Fe, de la Evangelización de los Pueblos y de la del Clero, y participó en dos Sínodos romanos.

En Toledo, fundó el Centro de Estudios de Teología Espiritual (CETE) y organizó la celebración anual de cursos y la publicación de dieciocho volúmenes con las ponencias y estudios realizados. Impulsó la celebración de las Conversaciones de Toledo sobre temas de actualidad y unas Jornadas sobre Teología de la Liberación, con aportaciones de especialistas de todo el mundo. Creó el Instituto de Estudios Visigótico-Mozárabes de San Eugenio, que ha celebrado Congresos internacionales y nacionales sobre el tema, así como reuniones de los mejores especialistas en el tema, realizando diversas publicaciones. Organizó y promovió con un grupo de profesores expertos en liturgia y con párrocos mozárabes y profesores del Instituto Teológico San Ildefonso de Toledo, una importante Comisión para el estudio y revisión del Rito Mozárabe alcanzando la publicación oficial, con el respaldo de la Santa Sede y de la Conferencia Episcopal Española, del nuevo Misal Hispano-Mozárabe, en dos volúmenes, y los Leccionarios de dicha Misa, en dos volúmenes. Esta iniciativa y sus trabajos fue refrendada con la celebración de una Misa en Rito Hispano Mozárabe que presidió el papa San Juan Pablo Il en la Basílica de San Pedro en Roma, el 29 de mayo de 1992.

Durante los veintitrés años en que fue arzobispo de Toledo, se formaron en el Seminario Diocesano e Instituto Teológico San Ildefonso cuatrocientos catorce sacerdotes para la archidiócesis de Toledo y para otras diócesis de España y otros países extranjeros, siendo, al cesar como arzobispo de Toledo, la diócesis con el clero más joven de Europa. De estos sacerdotes, y de algunos profesores vinculados con el Seminario en estos años, diez y ocho han sido ordenados Obispos, y otros muchos están ocupando cargos de responsabilidad en el Vaticano y en Nunciaturas Apostólicas, y siendo un fuerte apoyo pastoral en diócesis y prelaturas de misiones y en diversas diócesis españolas. Estos son los nombres de los sacerdotes que han alcanzado el episcopado (hasta diciembre de 2016). Profesores: D. Santiago Martínez Acebes, Arzobispo de Burgos (+); D. Rafael Palmero Ramos, Obispo emérito de Orihuela-Alicante; D. Juan García Santa Cruz, Obispo de Guadix-Baza (+); D. Demetrio Fernández González, Obispo de Córdoba; D. Ángel Rubio Castro, Obispo emérito de Segovia; y D. Javier Martínez Fernández, Arzobispo de Granada. Alumnos: D. José Ángel Sáinz Meneses, Obispo de Tarrasa; P. Jesús Sanz Montes, Franciscano, Arzobispo de Oviedo; P. Eduardo Carmona Ortega, (del Seminario de Olías del Rey), Obispo de Parral, en Méjico, de la Confraternidad de Operarios del Reino de Cristo; D. Rafael Escudero LópezBrea, Obispo de Moyobamba, en Perú; D. José Ignacio Munilla Aguirre, Obispo de San Sebastián; D. Francisco Cerro Chaves, Obispo de Coria-Cáceres; D. Domingo Oropesa Lorente, Arzobispo de Cienfuegos, en Cuba: D. Salvador Cristau Coll, Obispo Auxiliar de Tarrasa; D. Juan Nzue Edjan Mayé, Arzobispo de Malabo; D.Tulio Luis Ramírez Padilla, Obispo Auxiliar de Caracas, en Venezuela; D. José Rico Pavés, Obispo Auxiliar de Getafe; y D. Ángel Fernández Collado, Obispo Auxiliar de Toledo.

Igualmente, ha construido una nueva Casa Sacerdotal y una nueva Casa de Ejercicios y ha dado un gran impulso a dos instituciones del siglo XVI, de gran arraigo en Toledo, que estaban a punto de extinguirse: el Colegio de Nuestra Señora de los Infantes y una residencia femenina en el Real Colegio de Doncellas Nobles. Consiguió poner en marcha diferentes Albergues para transeúntes en lugares estratégicos de la diócesis. Fundó las Escuelas de Teología para seglares en Toledo y en Talavera de la Reina, y más de cincuenta Escuelas parroquiales de catequistas, distribuidas por toda la diócesis, Toledo y Extremadura. Puso en marcha un Plan pastoral totalmente innovador para la ciudad de Talavera de la Reina. Fundó la Emisora Diocesana “Radio Santa María de Toledo” y la Revista diocesana Padre nuestro.

Convocó el XXV Sínodo Diocesano, en cuya fase inicial intervinieron más de 12.000 participantes: sacerdotes, religiosos, religiosas y seglares. Las Constituciones Sinodales fueron promulgadas el 23 de noviembre de 1991. Creó el Foro Diocesano de Laicos en 1993. Fundó la Casa San José, para la formación permanente del clero y la organización de cursos de Teología, Pastoral y Sociología. Publicó la pastoral Un Seminario nuevo y libre, en la que establecía las normas por las que habría de regirse el Seminario Mayor de San Ildefonso de Toledo y en colaboración con el Venerable José Rivera Ramírez, creó el Seminario de Santa Leocadia, para la formación sacerdotal de adultos, y un Seminario menor en la localidad de Mora. Vinculó el Seminario como Estudio Teológico a la Facultad de Teología del Norte, con sede de Burgos. Posteriormente se vincularía a la Facultad de Teología de la Universidad Eclesiástica de San Dámaso, en Madrid, como Instituto Teológico.

Durante su pontificado y posteriormente el número de alumnos de estas instituciones experimentó un continuo aumento, en contraste con la crisis de vocaciones sacerdotales de la mayoría de las diócesis españolas.

En el último año de su pontificado, 1995, se reconfiguró la Provincia Eclesiástica de Toledo, con la segregación de las diócesis de Coria-Cáceres y de Plasencia para la nueva Archidiócesis de Mérida-Badajoz, creada por Juan Pablo II en 1994, y la incorporación de la diócesis de Albacete, manteniendo las diócesis sufragáneas de Cuenca, Ciudad Real y Sigüenza-Guadalajara.

En 1993 presentó su renuncia al papa como arzobispo de Toledo y primado de España, al cumplir 75 años. El 23 de junio de 1995, dos años más tarde, el papa San Juan Pablo II admitió su renuncia al ejercicio activo del ministerio episcopal, y el 24 de septiembre del mismo año pasó a la situación de arzobispo emérito de la archidiócesis de Toledo. Falleció el miércoles 25 de agosto de 2004 en Fuentes de Nava (Palencia) a los ochenta y seis años de edad a causa de un deterioro generalizado de su salud. Tras un solemne funeral en la Catedral Primada de Toledo —en el que cerca de quinientos sacerdotes y treinta y cuatro obispos, arzobispos y cardenales concelebraron la Misa de Exequias—, fue enterrado, según su voluntad, en la capilla de San Ildefonso, delante del sepulcro del cardenal don Gil de Albornoz, fundador del Real Colegio de España en Bolonia (Italia), de cuyo Patronato formó parte.

Cáritas Toledo
Delegación de Familia y Vida
Delegación de Apostolado Seglar
Delegación de Catequesis