El pasado 14 de febrero el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, firmó una nueva Carta Pastoral que durante estos días se está distribuyendo a los sacerdotes, miembros de la vida consagrada y fieles de la archidiócesis y lleva por título «La Eucaristía, Hogar de la Misericordia» y que tiene como finalidad invitar a la preparación del Congreso Eucarístico Diocesano, que se celebrará entre los días 5 al 8 del próximo mes de junio.
El Sr. Arzobispo explica en la introducción del texto que «estamos viviendo este año sacerdotal en nuestra Archidiócesis de Toledo, en el que hemos querido subrayar que Eucaristía y Sacerdocio nacieron conjuntamente, íntimamente ligados en la tarde del Jueves Santo en el Cenáculo. Precisamente por eso, un año sacerdotal hace referencia necesaria a los dos sacramentos que brotan a través de esos amigos fuertes de Dios que se constituyen en personificación sacramental de Jesucristo para todos los hombres: la Eucaristía y la Reconciliación».
Sacerdocio y Eucaristía
«Mirar al sacerdocio de Jesucristo –explica don Francisco– es entender que la mediación elegida para llegar a cada uno de nosotros y permanecer entre nosotros es, precisamente, la de su presencia eucarística, a través de la conversión de las especies de pan y vino en su verdadero cuerpo, sangre, alma y divinidad».
Seguidamente recuerda que «Jesús vive en la Eucaristía. Ahí le podemos tocar, le podemos gustar y nos podemos asimilar progresivamente a Él. En cada sagrario de la tierra hay un germen de vida eterna, de amor verdadero e incondicional, un Corazón de puertas abiertas a todos para que podamos descansar en Él, en la humildad y mansedumbre de su alma. En cada templo, santuario, oratorio… el cristiano tiene un hogar para vivir en libertad espiri tual y encontrar el necesario fundamento para orientar el resto de sus pasos».
Por todo esto, añade Mons. Cerro, «hemos querido celebrar en nuestra Archidiócesis este misterio de la Eucaristía, unido al del sacerdocio, concluyendo nuestro curso con un Congreso Eucarístico Diocesano, que tendrá por lema ‘La Eucaristía, Hogar de la Misericordia’ y que se celebrará del 5 al 8 de junio próximo». En este sentido, la carta pastoral pretende «exponer la naturaleza de este congreso, sus contenidos y la preparación que podemos hacer hasta entonces en cada parroquia y comunidad cristiana».
En comunión con el Papa Francisco
En el primer apartado de la carta, don Francisco explica qué es un Congreso Eucarístico y, tras hacer un poco de historia y exponer sus elementos esenciales, responde a la pregunta de por qué un Congreso Eucarístico Diocesano. En este sentido, afirma que «en nuestra Iglesia de Toledo llevamos un trienio preparándonos para la celebración del XXVI Sínodo Diocesano. En el marco del tercer curso de preparación, dedicado a los sacerdotes como testigos de la misericordia divina, me ha parecido oportuno convocar este Congreso Eucarístico Dio cesano como signo de comunión entre el obispo, su presbiterio, la vida consagrada y los fie les laicos».
Así, «en comunión con el Papa Francisco, queremos que nuestro Congreso sea un instrumento de preparación al próximo LIII Congreso Eucarístico Internacional que se celebrará en Quito (Ecuador) los días 8 al 15 de septiembre. Se trata de una convocatoria del Papa a todas las Iglesias particulares para situar a Cristo Eucaristía en el origen y vértice de la vida de la Iglesia».
En este contexto, precisa el Primado, «convocamos este Congreso Eucarístico Diocesano, porque queremos dejarnos introducir en la Eucaristía, verdadero hogar y escuela de donación».
Algunos aspectos a destacar
En la segunda parte de la carta, don Francisco se detiene en algunos aspectos a destacar en este congreso, entre ellos, la «renovación de la religiosidad popular eucarística», la llamada a «redescubrir el sentido cristiano de la reparación» y la consideración de la Eucaristía como un «hogar abierto a todos». También dedica un apartado al culto a la Eucaristía y a la adoración. En este sentido afirma que «necesitamos participar en la mesa de la Eucaristía, hogar de eternidad; necesitamos postrarnos en su Presencia, ante el Sagrario, ante la Custodia para recibir constantemente sus rayos transformadores. Solo los santos han trasformado este mundo; si masticamos, contemplamos y adoramos cada día más y mejor a Jesús presente en el Misterio trasformaremos este mundo en su designio de amor».
Finalmente, tras realizar algunas sugerencias prácticas respecto las celebraciones eucarísticas concretas de algunas solemnidades, realiza algunas sugerencias para la catequesis de Primera Comunión y Confesión, «que pueden ser útiles para los niños y toda la Comunidad que, de un modo u otro, les acompaña en esta recta final de su primer acceso a los sacramentos de la Eucaristía y la Reconciliación».
Don Francisco concluye su carta recordando que «el itinerario espiritual que os proponemos con este Congreso Eucarístico Diocesano es una ocasión para vivir más a fondo el misterio central de nuestra fe: la Encarnación del Hijo de Dios que ha venido a salvarnos y se ha quedado con nosotros sacramentalmente en la Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana».
La carta pastoral está disponible en este enlace.
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