El Arzobispo de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, se detiene, en su escrito semanal, a reflexionar acerca del tiempo litúrgico del Adviento. Don Braulio Rodríguez invita a adentrarse en la preparación a la Navidad: “Iniciamos el tiempo de Adviento y, casi sin darnos cuenta, estamos de nuevo en otro Año Litúrgico. De manera inmediata nos preparamos para la gran fiesta de la Navidad, en que recordamos el misterio de la encarnación de Jesús. Pero, como el Señor ya vino, el Adviento tiene también el sentido de prepararnos para su vuelta definitiva. El primer domingo de la espera tiene justamente iluminar este aspecto del tiempo de Adviento/Navidad hasta el día del Bautismo de Cristo. Les invito a que lean despacio las lecturas de este día 3 de diciembre.”
Espera Vigilante
Mons. Rodríguez Plaza se sirve del hilo conductor de una catequesis del Papa Francisco para glosar el profundo significado de este tiempo preparatorio al Nacimiento del Salvador: “En una reciente catequesis de los miércoles (el 11 de octubre último), indica él que el Evangelio recomienda ser como los siervos que no van nunca a dormir, hasta que su jefe no haya vuelto. Este mundo exige nuestra responsabilidad. Jesús quiere que nuestra existencia sea trabajosa, que nunca bajemos la guardia, para acoger con gratitud y estupor cada nuevo día que Dios nos regala. Cada mañana es una página en blanco que el cristiano comienza a escribir con obras de bien. Se nos pide, pues, una dimensión de espera vigilante. La pide Cristo.”
Esperanza cristiana y retorno de Cristo
Prosigue el Primado: “El Santo Padre nos indica en su catequesis que el cristiano no está hecho para el tedio; en todo caso, para la paciencia. Sabe que también en la monotonía de ciertos días siempre iguales se esconde un misterio de gracia. Hay personas que con la perseverancia de su amor se convierten en pozos que riegan el desierto. Hay que animarnos a apoyarnos en la fortaleza que nos da el Espíritu Santo para mantener el testimonio de la fe (…) El cristiano ha de saber siempre que, aunque el mundo entero predica contra la esperanza y dice que el futuro del cristianismo traerá solo nubes oscuras, en el mismo futuro está en el retorno de Cristo, que al final de nuestra historia esta Jesús Misericordioso para tener confianza y no maldecir la vida.”
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