El 5 de diciembre es el Día Internacional del Voluntariado y desde Cáritas Diocesana de Toledo se quiere dar las gracias a las más de 1.100 personas voluntarias (memoria de 2021) que con su compromiso, facilitan tiempo de vida y acogida, de convivencia positiva, dan calor a los lugares de encuentro, compartiendo con todos aquellos que carecen de espacios, vínculos de confianza.
Son personas con nombres y apellidos, no son invisibles, su acción huye de protagonismos, pero con su buen hacer silencioso y generoso, son anuncio de esperanza de una nueva realidad que es posible y que debe seguir creciendo y ganando espacios a la injusticia y al dolor.
Labor importantísima de los voluntarios
Desde Cáritas Diocesana de Toledo se quiere reconocer lo importante y necesaria que es la labor y la dedicación de los voluntarios, para el trabajo y el acompañamiento de las personas más vulnerables de nuestra sociedad, porque el voluntario de Cáritas es vigía de la realidad social, su forma de ser y de hacer les hace testigos privilegiados de una realidad que no siempre queremos ver, y no se paran ahí, sino que luchan y se comprometen para transformarla en un mundo mejor.
Cáritas agradece esa mirada de esperanza que aportan los voluntarios, imprescindibles en este tiempo tan difícil, y en el que tantas personas sufren por enfermedad, por falta de empleo o vivienda, por falta de recursos, por soledad, porque han perdido su sentido vital. Sin las personas voluntarias cualquier sociedad es más pobre y tiene menos horizontes.
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