La parroquia de san Cipriano, mártir, de Cebolla rendía un homenaje, el pasado domingo, 7 de noviembre, a las religiosas Misioneras de Ntra. Sra. del Pilar, con motivo de su despedida de la localidad.
El acto comenzaba a las 5 de la tarde, con la celebración de una Eucaristía presidida por el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves. Un total de nueves misioneras de Ntra. Sra. del Pilar estuvieron presentes en esta ceremonia, en la que recibieron un obsequio del propio Arzobispo de Toledo. Uno de los regalos preparados con más esmero ha sido la entrega de un libro de firmas, donde se recoge el testimonio de agradecimiento de una gran cantidad de vecinos, testimoniando la labor de estas religiosas que han permanecido en Cebolla durante 56 años.
Santa Misa de homenaje, de las religiosas Misioneras de Nuestra Señora del Pilar, en la Iglesia Parroquial de San Cipriano de #Cebolla (Toledo). pic.twitter.com/uEMqqjjC2W
— Francisco Cerro Chaves (@Obispofcerro) November 7, 2021
Las Misioneras de Ntra. Sra. del Pilar en Cebolla
El primer grupo, formado por 8 religiosas, llegó a la parroquia de Cebolla el 20 de octubre de 1964. La Hna. Mercedes Ceballos explica que el párroco de entonces, D. Jesús Tesorero, “había manifestado la necesidad de una comunidad religiosa que atendiera las necesidades de la parroquia”.
Ceballos subraya que, durante los primeros años, “se dedicaron a la alfabetización de adultos y a dinamizar el movimiento junior de acción católica; además de promocionar el trabajo de las mujeres, a través de la promoción popular obrera (PPO), dando clases de corte y confección”.
Igualmente, este grupo de misioneras también realizaban trabajos apostólicos en la parroquia de Los Cerralbos.
Junto a todo esto, las hermanas impartían clases de religión católica en el centro escolar, formaban catequistas, animaban las celebraciones litúrgicas, visitaban a los enfermos, etc.
Fue en el año 1977 cuando el trabajo que las hermanas llevaban a cabo con los más pequeños de la localidad pasa a ser una guardería infantil reconocida oficialmente, perdurando hasta la actualidad.
La Hna. Mercedes insiste que “nuestra casa ha estado abierta para las diferentes iniciativas de distintos grupos; recordamos especialmente al grupo de oración de madres, que desde su sencillez y espontaneidad rezaban la vida de cada día.”
Una congregación aragonesa nacida al amparo de la Virgen del Pilar
La Congregación “Misioneras de Nuestra Señora del Pilar” comenzó en Lanaja (Huesca), el pueblo natal de la fundadora, Madre Esperanza Vitales Otín, el día 29 de octubre de 1939.
Siempre respondiendo a las solicitudes de sacerdotes y obispos se fue extendiendo por los pueblos de Navarra, Aragón, La Rioja, Castilla La Mancha, Madrid. Más allá de España, llegamos a: Italia, Francia, Chile, Perú, Honduras, El Salvador y la India.
Actualmente la congregación está formada por 93 hermanas, distribuidas en 16 comunidades.
El carisma, en palabras de las propias religiosas, es “ser Jesús, prolongar su humanidad hoy, como María: dejar que el Espíritu haga en nosotras a Jesús, para que como Él lleguemos a expresar a cada persona el amor que Dios le tiene. Y experimentando ese amor, puedan conocer y amar a Dios y vivir como hijos suyos.”
El trabajo de la congregación, sobre todo, se extiende en el mundo rural, trabajando en torno a la parroquia, colaborando en las diferentes tareas de evangelización: acompañar a los catequistas y animar grupos de catequesis, visitar a los enfermos y ancianos, escuchar a quienes pueden necesitarlo, dar clases de religión, etc.
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