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El pasado 7 de diciembre se cumplían cien años exactos de la existencia de la Adoración Noctura de Talavera de la Reina.

El sacerdote Jorge López Teulón, postulador de la Causa de los Mártires y capellán del Colegio “Compañía de María”, lo explica así: “Aunque el pasado 30 de junio, y presididos por el Sr. Arzobispo, la Adoración Nocturna de Talavera de la Reina (Toledo) celebró el centenario de su fundación en la ciudad de la cerámica, la Vigilia de la Inmaculada de este año tuvo tintes de solemnidad recordando que fue esa noche el día exacto del centenario.”

La celebración tuvo lugar en la iglesia del colegio “Compañía de María” de Talavera y la ceremonia fue presidida por el párroco de Santa María, La Mayor, D. Daniel León Ramos, sucesor del beato Saturnino Ortega, fundador hace un siglo de la sección de Talavera.

 

 

La Vigilia de la Inmaculada se celebra anualmente en el Colegio “Compañía de María”

López Teulón subraya que “todos los años en la Vigilia de la Inmaculada, los adoradores celebran su turno en la capilla de este Colegio, acompañados por las monjas de la Orden de Hijas de María Nuestra Señora; que este año solemnizaron la Santa Misa del aniversario con los cantos de la celebración.”

Igualmente el P. López Teulón, recordó en la homilía que “la primera noticia que podemos recabar de la fundación de la Adoración Nocturna en Talavera de la Reina la localizamos en el libro de Actas de las Marías de los Sagrarios. Con fecha del 3 de octubre de 1918 donde se puede leer lo siguiente: También nos manifestó (el beato Saturnino Ortega Montealegre que) se ha de establecer en breve en esta ciudad la Adoración Nocturna Española contando ya con cuarenta y tantos socios, y animándonos para cooperar cuánto esté a nuestro alcance por el buen resultado; siendo el mismo fin que el de las Marías de los Sagrarios, adorar a Cristo, nuestro Señor en la Sagrada Eucaristía”.

Se tuvo presente al siervo de Dios José García-Verdugo, cofundador de la Adoración y mártir de la persecución religiosa, quien escribió -en febrero de 1919- una crónica completa sobre la primera vela nocturna al Señor Sacramentado en la ciudad de la cerámica.

Cuando finalizó la Eucaristía, la comunidad religiosa, los adoradores y algunos otros fieles que asistieron a la Misa, acompañaron, en procesión, al Santísimo Expuesto hasta la Capilla donde tuvieron lugar los turnos de Adoración hasta las cuatro de la madrugada.

 

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