Tras la publicación de la Declaración “Fiducia Supplicans” del Dicasterio para la Doctrina de la Fe y la posterior nota de prensa de los superiores del Dicasterio del día 4 de enero, el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, y su obispo auxiliar, Mons. Francisco César García Magán, han dirigido un escrito a los sacerdotes de la Archidiócesis ofreciendo algunas orientaciones «con la intención de que contribuyan a leer el documento en esa hermenéutica de la “reforma en la continuidad” y que permitan mantener nuestra comunión eclesial con Jesucristo, que pasa por la comunión con el Sucesor de Pedro».
Tras recordar que «el documento de Doctrina de la Fe participa del Magisterio ordinario del Papa, por llevar la firma del Sumo Pontífice», los prelados toledanos explican que «el tipo de documento elegido, como “declaración”, lo sitúa en la línea de otras intervenciones autorizadas que no pretenden proponer nuevas verdades de fe, sino más bien recordar cuestiones perennes, si acaso, actualizando alguna praxis eclesial que permita salvaguardar el depósito recibido en la Revelación».
Esfuerzo por acoger la palabra autorizada de la Iglesia
Seguidamente, recogen algunas de las orientaciones del Dicasterio en la citada declaración y piden a los sacerdotes de la archidiócesis «un esfuerzo por acoger esta palabra autorizada de la Iglesia», aunque constatan que «probablemente esto requerirá para algunos más tiempo, más consultas, y sobre todo, ese espíritu de prudente docilidad que se sitúa en la lógica de la “obediencia de la fe” (Rm 1, 5)».
Por eso añaden que «la situación generada nos mueve a haceros algunas peticiones», entre ellas, «evitar la dialéctica pública de confrontación», y solicitan un esfuerzo por parte de todos para «comprender el fondo del documento, con la necesaria acogida integral de la doctrina de la Iglesia».
En este sentido, afirman que «no se puede rechazar de plano, aunque por su naturaleza, pueda ser ulteriormente precisable», y recuerdan que «las indicaciones de los superiores apuntan a que es el ejercicio del discernimiento de cada pastor el que verifica si se dan unas sanas disposiciones de las personas que se acercan con una sencilla y humilde petición al respecto».
Finalmente, recuerdan en su escrito que «no podemos quedarnos satisfechos con una actitud de distancia crítica de todo lo que el hombre de nuestros días vive y padece, muchas veces, de forma inculpable. Pero tampoco podemos dejar de anunciar la verdad del Amor de Dios Trinidad que ha propuesto caminos de santificación y plenitud para todos sus hijos. Hemos de acompañar, proponer la conversión y la vida buena del Evangelio, con corazón de pastores que saben conjugar verdad y bondad, misericordia y apremio por la salvación».
El texto completo del comunicado se encuentra aquí.
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