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Discurso del Arzobispo de Toledo en el santuario mexicano de Ntra. Sra. de Guadalupe

Archidiócesis de Toledo

Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, se encuentra en México, con motivo de la visita a la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe, donde durante este pasado domingo, 3 de septiembre, se ha celebrado una solemne concelebración eucarística presidida por el cardenal primado de México, Mons. Carlos Aguiar.

Durante el acto, don Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, ha regalado al Sr. Cardenal Primado de México, un cuadro al óleo, de 1m. x 0,73m., obra del afamado pintor malagueño Raúl Berzosa, que pasará a formar parte del patrimonio artístico de la insigne y nacional basílica de la Virgen de Guadalupe, de México, situada en el Cerro del Tepeyac.

 

Saludo del Sr. Arzobispo de Toledo,
Primado de España, en la Basílica mexicana de Guadalupe

Querido Sr. Cardenal Don Carlos Aguiar Retes, Arzobispo primado de México.
Queridos Sr. Cardenal Arzobispo emérito, hermanos obispos, sacerdotes, consagrados y laicos. Tanto los que esta mañana pueblan esta Insigne y Nacional Basílica de la Virgen de Guadalupe, como aquellos que siguen nuestra celebración a través del canal de YouTube de la Basílica y del Canal Diocesano de Televisión, de Toledo.

Embargado por la emoción de estar en este lugar sagrado donde se siente especialmente la presencia de la Santísima Virgen María, vengo, agradecido y gozoso, a devolver la visita que el Sr. Cardenal Don Carlos Aguiar Retes hizo a la Archidiócesis de Toledo y al Santuario de la Virgen de Guadalupe, Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad.

El Hermanamiento entre esta Insigne y Nacional Basílica de la Virgen de Guadalupe, de México, y la Basílica de Ntra. Sra. de Guadalupe, en el corazón de Extremadura, tuvo su primera parte con aquella memorable visita del Sr. Cardenal a España, en el mes de febrero pasado, en la que nos hizo entrega de la reproducción de la Santa Tilma, con la imagen de la Virgen de Guadalupe. Allí firmamos, el día 13, el documento de fraternidad entre ambos santuarios, en el que adquiríamos unos sencillos compromisos. Este acto de profunda comunión entre los devotos de ambas apariciones de la Santísima Virgen, unidas bajo una común advocación, se rubricó en presencia de una docena de Obispos y de numerosos sacerdotes, religiosos y laicos nacidos a uno y otro lado del Atlántico.

El Sr. Cardenal y un servidor quisimos que el hermanamiento entre ambos santuarios tuviera como fin “promover y divulgar el amor a la Beatísima siempre Virgen María, Madre de Dios y Madre nuestra, invocada en México y en España con este nombre singular: GUADALUPE”.

Y los compromisos que adquirimos tienden también al fomento del conocimiento de ambas apariciones entre mexicanos y españoles. Para ello, acordamos celebrar el 6 de septiembre, fiesta litúrgica de la Virgen de Guadalupe de Extremadura, en la Basílica del Tepeyac (lo estamos haciendo hoy solemnemente con 3 días de antelación). Y celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe de México, el día 12 de diciembre, en la Basílica española. Que la Virgen extremeña recibiera culto en la Basílica mexicana y que la Santa Tilma con la imagen de Santa María sea venerada también en la Basílica de la Puebla de Guadalupe. Y que en ambos santuarios se rece por la paz y por los pueblos hermanos de México y España.

Hoy, 3 de septiembre de 2023, postrado a los pies de la Virgen de Guadalupe, al comienzo de esta celebración eucarística, acabo de hacer entrega al Sr. Cardenal Arzobispo de México de este cuadro de la Morenita de las Villuercas para que sea venerada en esta querida Basílica. En el cuadro aparece representada la imagen de la Virgen de Guadalupe, de España. Esta reproducción realista de la imagen, nos permite reconocer desde un primer momento a la Patrona de Extremadura y Reina de la Hispanidad: su rostro sereno y bello, y su inconfundible color caoba…, su mirada materna y a su Hijo Jesucristo Niño en el brazo izquierdo. Está ataviada con uno de sus mantos más característicos con la que tantas veces aparece ante sus fieles: blanco con bordados en oro.

Detrás de la imagen de Nuestra Señora, se alza su Santuario extremeño, que es “casa de María y hogar de sanación”, como hemos recordado en la Carta Pastoral conjunta de inicio del Jubileo, el Arzobispo de a Toledo y los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz. Y en torno a él contemplamos la Puebla de Guadalupe, localidad que surgió al amparo del primer santuario y que ha crecido hermosa a lo largo de los siglos hasta convertirse en uno de los pueblos más bellos de España.

El pintor ha querido que, en el cuadro, a los pies de la imagen de la Virgen, aparezca la pila bautismal del Real Monasterio, en la que recibieron las aguas del Bautismo los dos primeros indios americanos que acompañaron a Colón tras su segundo viaje en 1498. Sus nombres son Cristóbal y Pedro. La Virgen de Guadalupe, de España y de México, es luminaria de Evangelización para los pueblos hermanos.

Arropados por el manto de Nuestra Señora aparecen dos ángeles niños, que sostienen dos cintas en sus manos. El de la derecha, tiene una tela de color rojo que hace alusión a la Sangre que nos salva, a la Eucaristía que nos alimenta y al testimonio que se nos pide hasta dar la vida por Cristo. El ángel de la izquierda sostiene una tela de color blanco, signo del bautismo y de la efusión del Espíritu Santo, que nos regala una nueva vida. Pero también de esa tela blanca salen las rosas de María, como salieron de la Tilma de san Juan Diego, y aparecen apuntados los rayos que rodean a la sagrada imagen de Santa María que aparece retratada en el Ayate. Guadalupe, un sólo nombre para dos apariciones distintas de la Madre de Dios.

Los bellos angelitos del cuadro son mestizos, para que no se nos olvide lo que nos recordaba el Papa Francisco en el mensaje con el que se unió al hermanamiento entre ambos santuarios el pasado día 13 de febrero: Guadalupe es “una advocación milenaria que ya en su raíz etimológica nos habla de mestizaje, de encuentro con Dios y con los hombres”.

Quiero agradecer de todo corazón al Sr. Cardenal Primado de México, y a sus colaboradores, su hospitalidad generosa y fraterna. Mi agradecimiento se hace oración cuando recuerdo tantas delicadezas y atenciones que estamos recibiendo en estos días. El querido pueblo mexicano que un día recibió la fe en el “verdadero Dios por quien se vive” de los franciscanos “12 apóstoles de México”, hoy se ha convertido para la Iglesia entera en un referente de fe, esperanza y caridad. Un franciscano, fray Juan de Zumárraga, primer Obispo de México, fue el primero en contemplar la imagen de la Virgen de Guadalupe en la Tilma; y una comunidad de frailes franciscanos custodia actualmente, con primor, el Santuario de nuestra Virgen de Guadalupe, en España.

Gracias, hermanos mexicanos, por seguir alentándonos a amar mucho a la Virgen Santa María y a amar también a la Iglesia Madre. Que la Morenita del Tepeyac y la Morenita de las Villuercas sigan sosteniéndonos para a ser hijos verdaderos de tan buena Madre.

+ Francisco Cerro Chaves
Arzobispo de Toledo y Primado de España

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