El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Francisco Cerro Chaves, ha presidido la solemne Misa de Pascua de Resurreción en la mañana de hoy. La concelebración ha tenido lugar en el Altar Mayor del Templo Primado y junto al Arzobispo han concelebrado miembros del Cabildo catedralicio.
Don Francisco Cerro ha felicitado la Pascua de Resurreción a todos los fieles de la Archidiócesis, sirviéndose de la transmisión de la celebración llevada a cabo a través de RadioTelevisión Diocesana.
En su homilía, el Primado, ha resaltado “las dos carreras” que aparecen en el Evangelio de la Misa: la de María, Magdalena y la de los apóstoles, Juan y Pedro.
Dos caminos diferentes para encontrarse con el Resucitado
Mons. Cerro ha subrayado la siguiente característica de María, la Magdalena: “María Magdalena expresa un camino que recorren mucho los cristianos al encuentro con el Resucitado en sus noches, en sus oscuridades, en sus miedos. “¿Quién nos correrá la tremenda losa del sepulcro? Es todo el miedo que tenemos en el corazón.”
El Arzobispo de Toledo también ha insistido que “incluso en momentos tan difíciles de nuestra vida, un cristiano nunca pierde la paz. Puede perder pequeñas paces, pero no la paz. Porque la paz es Cristo vivo en nuestro corazón.”
En referencia al discípulo amado, al evangelista Juan, ha dicho que todos los cristianos estamos llamados a ocupar su lugar: “El discípulo amado, siempre descubre a Jesucristo en los avatares de la vida, en los fracasos de la vida. en el sufrimiento de la vida.”
Para acceder al texto completo de la homilía: pinchar aquí.
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