El Arzobispo de Toledo y Primado de España, Mons. Braulio Rodríguez Plaza, ha presidido la Misa del III Domingo de Adviento en la Catedral Primada. Durante la celebración de esta concelebración eucarística recibieron la ordenación diaconal tres seminaristas; igualmente, fueron ordenados dos sacerdotes.
Los tres seminaristas del Seminario Mayor que recibieron el diaconado son: José Santiago Casas Casas, Juan García del Rincón Miranda y Javier Sola García.
Por otro lado, también fueron ordenados dos nuevos sacerdotes: Víctor Carmena García-Bermejo y Rafael García-Lajara García-Arroba.
El Primado compartía las siguientes impresiones con todos los presentes durante la ceremonia: “Es bello ver hoy jóvenes que se apresuran a seguir la llamada de Cristo: ¡quiero que seáis pescadores de hombres! ¡Es bueno, por ello, saber que Dios también hoy es el Dios que “alegra mi juventud”, como dice el texto griego del Salmo 43,4, que entusiasma a los jóvenes y suscita en ellos el deseo de tirar por tierra las redes de la vida burguesa, de suscitar la búsqueda de otros tesoros enormes, para que llevéis, a su vez, este Dios a los demás!”
Auténtica vida sacerdotal
Don Braulio explicaba la importancia de la vida pastoral del sacerdote: “En los Sacramentos Cristo actúa infaliblemente, incluso si el sacerdote es pecador. Y esto es una garantía para todo el Pueblo de Dios, al actuar en nombre de Cristo Cabeza. No digo que la vida santa de un sacerdote no tenga importancia; es más, normalmente Cristo da mayor vigor a su gracia cuando el sacerdote es verdadero testigo del Señor y conforma su vida a la de nuestro Salvador.”
Mons. Rodríguez Plaza apostillaba acerca del sacerdote fiel: “Es aquel que trabaja sin horario, que no solo programa, sino el que vive cada día buscando más el bien de sus fieles, y buscando nuevas oportunidades de pastores ante nuevas situaciones, y menos los círculos estrechos del clericalismo.”
Derecho al sacerdocio
El arzobispo de Toledo también quiso explicar el verdadero y auténtico sentido del derecho a ejercer el ministerio presbiteral: “En este sentido, no existe derecho a ser sacerdote ni para los hombres ni para las mujeres. No se puede escoger el sacerdocio como se escoge cualquier otra profesión. Uno es escogido por Cristo para esta tarea. El derecho al sacerdocio no está en la lista de los derechos del ser humano y nadie lo obtiene porque proteste o se manifieste en su favor. Hay que decirlo así, no sea que algún gobierno legisle al respecto, creyendo que de este modo consigue una discriminación menos en nuestra sociedad, tan dispuesta a que se reconozcan derechos y pocos deberes.”
¿Qué es ser pastor?
El Primado quiso detallar, igualmente, la belleza del sacerdocio: “Es precioso ser sacerdote: ser pastor es orar mucho, tener alegría, vivir la liturgia de la Iglesia, celebrar sobre todo la Eucaristía, estar disponibles para perdonar los pecados en nombre de Cristo y hacer discípulos. Pero es también organizar la pastoral de la Iglesia, dar cancha a los fieles laicos y consagrados, acoger a los que vienen y salir a buscar a los lejanos. Y sentirse miembros de este Presbiterio, al que sois agregados, cooperar desinteresadamente en la acción pastoral, tener el corazón a las necesidades de los más pobres, vivir y hacer vivir la caridad de la Iglesia.”
El texto completo de la homilía: en este enlace.
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