Mons. Braulio Rodríguez Plaza, arzobispo de Toledo, dedica su escrito semanal a reflexionar en la preparación de los días de la Semana Santa. El Primado interpela con la siguiente pregunta: “Pero, ¿sirve hoy la muerte de Cristo y su resurrección para algo concreto? ¿No sigue habiendo muertes absurdas como las ocurridas en las mezquitas de Christchurch, en Nueva Zelanda? (…) Sí, es verdad, estas cosas ocurren. Yo no voy ahora a hacer una defensa de Dios o de Cristo ante estas acusaciones, porque, aunque se puede hacer, no puedo pretender que ello vaya a consolar a los que han sufrido o conocido tales desgracias.”
Jesús, respuesta válida
Don Braulio pone el acento en la persona de Jesucristo ante el mal que acontece en el mundo: “Esta respuesta, que es Jesús, constituye una respuesta válida a los que se preguntan “¿Por qué a la gente buena le ocurren cosas malas?”. Lo es también el libro de Job, el bueno, el justo “puro”, a quien le pasan tantas cosas (…) Pero la respuesta definitiva la da Dios en su Hijo, que responde a las acciones y palabras injustas en su juicio y nunca renuncia a la verdad.”
Evangelio del IV Domingo de Cuaresma
El Arzobispo de Toledo utilizar el texto dominical del IV Domingo de Cuaresma para ayudar a entender el sentido auténtico de la conversión: “Cristo ofrece este domingo la realidad de ese Padre que no sólo perdona a su hijo alejado, sino que le espera y le abraza, porque vuelve a la vida (…) Jesús alerta aquí sobre algo importante: podemos ser ciegos que físicamente no pueden ver lo que le rodea, y sí realidades más importantes; pero también podemos ser personas, que físicamente tienen buena vista, y son ciegos para lo importante.”
Concluye el Primado invitando a reflexionar: “¿Veremos el valor y la importancia de celebrar un año más la Semana Santa? Ningún impedimento pone el Padre de los cielos para “volver a casa”.
Para leer el texto completo del escrito dominical: pinchar aquí.
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