El Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, se dirige a la Archidiócesis, a través de su escrito dominical dedicado a la Jornada “Pro Orántibus”, con motivo de la solemnidad de la Santísima Trinidad.
Mons. Cerro titula su carta semanal de la siguiente manera: “La vida contemplativa, cerca de Dios y del dolor del mundo”.
El prelado recuerda que “las consecuencias de la COVID-19” también han afectado “de un modo directo” a las comunidades de vida contemplativa.
Don Francisco Cerro subraya que “la vida contemplativa siempre ayuda a vivir en la esperanza. Sin esa profunda relación con Dios, no se puede estar cerca de todos los hombres y mujeres”.
Tres consideraciones en la vida contemplativa
Apunta el Arzobispo de Toledo tres puntos importantes a tener en cuenta de cara a la Jornada “Pro Orántibus”.
1. La importancia de la oración y su misión primordial: “La oración es el motor y el núcleo de toda vida consagrada, de esta forma se cultiva la experiencia de amor que sostiene nuestra fe (…) Es una oración misionera que se une a los hermanos de fuera.”
2. Oración de intercesión, el verdadero ejercicio de amor: “La vida consagrada debe interceder por los más necesitados, pero no por ello ha de dejar de ayudarles sin dejar la clausura, respetando el silencio.” Don Francisco Cerro se sirve de unas palabras del Papa Francisco para agradecer la labor encomiable de las comunidades contemplativas: “Gracias, hermanas y hermanos contemplativos, porque vosotros sois todo esto para el mundo: apoyo para los débiles, faros, antorchas y centinelas.” (cf. Const. Ap. Vultum Dei quaerere, I, 6).
3. La Iglesia necesita a la vida consagrada contemplativa: “La Iglesia necesita más que nunca hoy en día a la vida consagrada. Necesitamos de oración y conversión, y es con la fuerza de los distintos monasterios, con su oración, donde hemos de encontrar la unidad en la Iglesia.”
Para acceder al texto completo del escrito dominical: pinchar aquí.
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