La Catedral Primada de Toledo acogía ayer, martes 16 de enero, los actos conmemorativos en el centenario del nacimiento del cardenal Don Marcelo González Martín.
A las 18h tenía lugar la conferencia a cargo del que fuera secretario del cardenal don Marcelo, Mons. Santiago Calvo, canónigo de la Catedral Primada.
A continuación se celebraba la Misa Funeral por el eterno descanso del cardenal González Martín al cumplirse 100 años de su nacimiento. La Eucaristía fue presidia por el Arzobispo de Toledo, Mons. Braulio Rodríguez Plaza y concelebraron varios obispos: Mons. Julián Barrio, arzobispo de Santiago de Compostela; Mons. Julián López, obispo de León; Mons. José Ignacio Munilla, obispo de San sebastián; Mons. Ángel Fernández Collado, obispo auxiliar de Toledo; Mons. Ángel Rubio Castro, obispo emérito de Segovia y Mons. Rafael Palmero Ramos, obispo emérito de Orihuela-Alicante.
Audacia de don Marcelo
El Primado comenzaba su homilía con una cita de la Sagrada Escritura a la par que encomiaba la audacia del cardenal don Marcelo: “Conviene hoy citar un pasaje de la Carta a los Hebreos: “Acordados de vuestros guías, que os anunciaron la Palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre” (Heb 13, 7-8). Don Marcelo no fue un guía, fue un obispo de Astorga, de Barcelona y de Toledo. Pero los guías a los que el autor de la Carta alude son probablemente quienes vieron en Cristo a Aquél que había cumplido Las Escrituras y así lo predicaron a sus compatriotas, hijos de Israel, en las décadas anteriores al año 70 a.C. Tal vez alguno era sacerdote, de los hijos de Leví o descendiente de Aarón. Fueron testigos valientes. Audaz fue también don Marcelo, sin duda en otras circunstancias históricas. Hoy celebramos su vida y su muerte: lo celebramos con acción de gracias al Señor, pues su pastoreo significó mucho para esta Iglesia de Toledo, para la Iglesia en España; lo celebramos también teniendo en cuenta su muerte, ofreciendo esta Eucaristía por él.”
Don Marcelo y el cardenal Cisneros
Don Braulio aludía a la figura del cardenal Cisneros en plena consonancia con la del cardenal González Martín: “D. Marcelo está en la línea de tantos arzobispos toledanos, que todos conocéis en la larga historia de esta Archidiócesis. De uno de sus antecesores, también mío lógicamente, quiero hacer un subrayado especial: el Cardenal de España, Francisco Jiménez de Cisneros, cuyo 5º centenario de su muerte estamos celebrando desde el 8 de noviembre 2017. Las épocas no se intercambian, pero el arzobispo que nació en Villanubla (Valladolid) comparte con Cisneros el sentido de responsabilidad histórica y eclesial en el momento de desempeñar su ministerio episcopal, por las decisiones tomadas en su gobierno. No deseo narrar toda la existencia del Cardenal González Martín. Solo esbozar rasgos de su personalidad de pastor en Toledo, pero sabiendo que es la misma persona que fue sacerdote vallisoletano, obispo de Astorga y arzobispo de Barcelona. Por él damos hoy gracias al Señor y ofrecemos el misterio pascual en sufragio, aunque sé de personas que le tienen como bienaventurado. Pero ese es otro tema. Yo mismo tuve la dicha de conocerle un poco de cerca y honrrarme con su cercanía y simpatía. Y conocí el enorme esfuerzo del Cardenal para, con otros muchos, posibilitar que el “viejo rito” hispano-mozárabe cobrara nuevo impulso en esa tradición celebrativa toledana ininterrumpida, para que no fuera solo arqueología litúrgica.”
Pasión por el Seminario
Mons. Rodríguez Plaza mencionaba una de las grandes pasiones de Don Marcelo: “Debo hablar algo del Seminario y de su pasión y cuidado por él como ámbito e institución necesaria para formar los sacerdotes que necesitaba la Iglesia de Toledo…. Y de otras muchas partes, en las que hoy hay obispos y, sobre todo, sacerdotes formados en este Seminario Diocesano. Este es otro motivo principalísimo que explica esta celebración hoy de la Eucaristía pidiendo por don Marcelo (…) Según su pensamiento, el Seminario es una realidad –institución, lugar, tiempo, método, todo a la vez- que la Iglesia utiliza para que siga habiendo sacerdotes”. Es decir, que de un modo u otro tendrá que existir siempre el Seminario, si queremos que haya sacerdotes, porque éstos no nacen ni se improvisan; se han de preparar debidamente. “Luego tendremos que formarlos como la Iglesia quiere y dispone”. Es la consecuencia lógica.”
El sacerdocio en la vida de don Marcelo
El Primado también se refería al sacerdocio en el pensamiento de don Marcelo: “El Seminario no inventa los sacerdotes, sino que los configura según el modelo de Cristo y de su Iglesia. La actuación ministerial del sacerdote exige, por ello, una formación adecuada, que comienza en la etapa imprescindible del Seminario y se prolonga a lo largo de una vida de continua renovación en la entrega y la respuesta a Cristo Sacerdote. Eso supone en la voluntad de don Marcelo: cultura eclesiástica y profana en grado suficiente, santidad de vida, aceptación gozosa de sacrificios y renuncias por amor a Cristo y mejor servicio a los hombres, obediencia a la Iglesia cuando nos pide fe ardiente, oración y contemplación del misterio de Dios revelado, firmeza frente a las tentaciones del mundo, caridad con todos, fidelidad a las promesas libremente hechas.”
Para acceder al texto completo de la homilía: pinchar aquí.
© Copyright 2017 Arzobispado de Toledo | Aviso Legal | Política de Privacidad | Cookies