Mons. Francisco Cerro Chaves, Arzobispo de Toledo, desde el principio de la pandemia del coronavirus mantiene contacto directo y diario con los capellanes de los centros hospitalarios y de las residencias geriátricas que ofrecen asistencia pastoral.
En la mañana del pasado 24 de abril se reunía, nuevamente, a través de video llamada con los 50 sacerdotes que atienden las residencias de mayores y hospitales de la archidiócesis. El objetivo era compartir testimonios, inquietudes y preocupaciones.
Don Francisco Cerro ha escuchado cada una de las experiencias, así como la descripción de la realidad de los centros en los que asisten espiritualmente los sacerdotes. Ha sido testigo, a través de los testimonios, de la labor silenciosa e invisible de los capellanes en los hospitales y residencias, acompañando espiritualmente a enfermos de Covid-19, profesionales y familiares.
El Arzobispo de Toledo ha destacado que esta labor también “ayuda a sanar a los enfermos y a todos los que están sufriendo esta enfermedad”.
Atentos a las necesidades espirituales y humanas de los enfermos
Los capellanes son los administradores de los sacramentos y están atentos a la necesidad espiritual de cada enfermo, acompañando y rezando por los pacientes contagiados. Una entrega que no solo llevan a cabo con los enfermos sino también con todos los profesionales sanitarios y de las residencias, porque, tal y como expresaron, encuentran en los sacerdotes su cercanía y entrega, compartiendo juntos la misión de sanar a cientos de personas.
También hubo un recuerdo para los sacerdotes que están contagiados por el coronarivus, dedicando un especial momento de oración por los sacerdotes que han fallecido en esta pandemia, y demostrando, una vez más, como el amor de Cristo les ha urgido a acudir a los hermanos enfermos.
Todos los hospitales públicos y privados, así como residencias de ancianos –con asistencia espiritual- de la Archidiócesis de Toledo cuentan con la atención espiritual de sacerdotes, organizados por turnos y guardias para hacer presente el amor de Cristo en medio del dolor y la enfermedad.
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