El primer escrito semanal de este curso pastoral del Sr. Arzobispo va dedicado al lema que encabeza el mismo y que está tomado del evangelio de San Lucas: “Al final del delicioso evangelio de la infancia del Señor (Lc 1-2), el evangelista, tras el regreso de toda la familia a Nazaret, afirma que “Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia, delante de Dios y de los hombres” (Lc 2,52)“.
Don Braulio subraya al respecto de la educación: “En educación se trata, en definitiva, de hacer emerger lo que ya se encuentra en el corazón del que se va educando. Algo distinto del mero enseñar, que es “poner dentro” algo que se enseña. Es educar, formar, que solo es posible con el ser humano, más allá de la tutela biológica que tienen los animales cuando son simplemente criados“.
Horizonte en el que se moverán las comunidades cristianas de la Archidiócesis
Para ello el Sr. Arzobispo invita a algo muy concreto de cara a este curso pastoral 2017-2018: “Este es el horizonte en que deseamos se muevan nuestras comunidades cristianas en el nuevo curso pastoral, que el sábado 23 comenzará a andar. Os animo a trabajar, hermanos, en este nuevo curso y a preparar nuestro espíritu en la tarea de educar, educar en la fe, enseñar las virtudes humanas y cristianas, formando a personas concretas que son niños, adolescentes, jóvenes y adultos para que sean discípulos que siguen a nuestro Señor Jesucristo”.
Mons. Rodríguez Plaza apunta lo siguiente: “El curso pastoral 2017-2018 tiene todo tipo de incentivos, de proyectos, de acciones como para que cada uno de nosotros personalmente y formando parte de una familia, una parroquia, una escuela, un grupo cristiano, una iniciativa tuya o de otros sintamos el acompañamiento de personas responsables que se preocupan de nosotros durante un periodo de crecimiento intelectual y moral, de fe y de amor a Dios y al prójimo”.
Consejos prácticos de cara al nuevo curso pastoral
También don Braulio ha querido enfatizar en cuestiones importantes de cara al trabajo próximo: “Mucha tarea nos espera, pero apasionante, porque no se educa en sabiduría, en la afectividad, en la caridad y demás virtudes con “cuatro cosillas”. Necesitamos la gracia de Dios en forma de ayuda mutua, para dejar a un lado inercias, quejas o simplemente dejar pasar el tiempo sin hacer nada. Para educar en tantos campos en que hay que actuar con otros como si de una gran familia se tratara, evitando roces, prejuicios o peleas “domésticas”.
El Sr. Arzobispo invita a conocer el programa anual de este curso pastoral: “El sexto Programa anual del Plan Pastoral Diocesano está ahí a nuestra consideración y disposición. Hay acciones y actividades concretas para cuantos “más se quisieran afectar”, en palabras de san Ignacio de Loyola. Todos somos destinatarios de esas tareas. ¿No habrá acción o actividad que no necesites emprender tú, o tu familia, o tu parroquia, o tu grupo?”
Carta Pastoral titulada “Educar: Arte y Aventura”
Como colofón al escrito semanal, Don Braulio invita a leer la carta pastoral escrita para este curso pastoral: “Como en otros años, también en este curso pastoral el Consejo Diocesano de Pastoral y la Secretaría del Plan Pastoral me han pedido que escribiera una carta a los católicos toledanos, para animar a llevar a cabo ese sexto Programa anual, y así iluminar algunas de las finalidades de este curso. La carta está hecha. Se llama: Educar: arte y aventura”. Está a vuestra disposición, por si os ayudara a fortalecer vuestra responsabilidad eclesial y vuestro testimonio cristiano”.
Para leer el Escrito Semanal completo: pinchar aquí.
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