La Hospitalidad de Ntra. Sra. de Lourdes se dispone a celebrar la 44 “Peregrinación de la Esperanza” con enfermos al santuario mariano del sur de Francia. A este evento diocesano también se une la Hospitalidad de la diócesis de Córdoba. Serán más 700 personas las que se encaminarán a Lourdes acompañadas por el obispo auxiliar, Mons. Ángel Fernández Collado. Partirán el próximo domingo 24 de junio a primera hora de la mañana.
Con este motivo, el presidente de la Hospitalidad de Toledo, Francisco José Nieto Martín, explica con detalle cómo se va a desarrollar esta peregrinación y cuáles son los motivos que llevan a tantas personas para vivir unos días de trabajo y cansancio, pero también repletos de ilusión y, sobre todo, de mucha esperanza.
¿Desde cuándo forma parte de la Hospitalidad de la archidiócesis?
Pertenezco a la Hospitalidad de Lourdes de Toledo desde el año 1983. He pasado por diferentes cargos de la Junta Directiva y, desde hace dos años, ocupo el cargo de Presidente. Peregrino a Lourdes desde que me incorporé a la Hospitalidad, desde 1983, es decir 35 años, se puede decir que toda una vida integrado en ella.
¿Qué le llevó a formar parte de la Hospitalidad?
Algo tan sencillo como que un día te lo proponen, te animan y sin saber muy bien qué es lo que vas a hacer en Lourdess, decides dar un paso o “Alguien” te ayuda a dar ese paso, que cambia tu vida.
¿Cómo resume sus años de permanencia en la Hospitalidad?
Si lo tuviese que resumir en pocas palabras sería así: Felicidad por el encuentro con Jesús junto a los hermanos, en especial junto a los enfermos.
¿Qué es lo que más sentido da a su vida en la Hospitalidad?
El peregrinar ayudando a los enfermos es muy enriquecedor, moldea tanto tu vida en general, que se te hace difícil no volver a Lourdes para mantener esa llama viva. Ahora la hemos entendido de otra manera más profunda, desde el trato con el enfermo. Escuchar al enfermo, respetarle, quererle es lo que da sentido a nuestra presencia en Lourdes.
La peregrinación cumple 44 años ¿cuáles son los aspectos más significativos este año?
Este año peregrinamos más de 700 personas. Si dividimos nuestra peregrinación en estamentos, las cifras son las siguientes: 120 enfermos, casi 300 hospitalarios, 24 sacerdotes, 2 obispos y unos 300 peregrinos.
Los hospitalarios nos dividimos en equipos para realizar una atención integral a todas las personas; existe equipo de azafatas que se encarga de los peregrinos, de atención directa al enfermo, material, comedores, piscinas, equipo médico y de farmacia.
Y los jóvenes ¿cómo participan y cuál es su implicación en este evento diocesano?
Existe un grupo de jóvenes importante aunque siempre nos gustaría contar con un número mayor porque entendemos que son el futuro de la hospitalidad y mediante su experiencia y la necesaria formación han de ser los dirigentes del futuro.
Asimismo, nos acompaña también un grupo numeroso de niños que, aparte de colaborar en las actividades de la peregrinación mediante el reparto de agua a los enfermos, ayuda con las mantas para enfermos (si el tiempo lo requiere). También tienen sus propias actividades en Lourdes.
Estamos totalmente concienciados en la formación de niños y jóvenes para que en el futuro, tomen en sus manos las riendas de la Hospitalidad.
¿Cómo animaría a que otras personas formen parte de esta realidad diocesana?
Yo les diría a las personas que aún dudan en peregrinar con nosotros y, especialmente, a los jóvenes lo siguiente: que no tengan miedo, que se animen porque van a vivir una de las experiencias más enriquecedoras de su vida. Es verdad que el primer año cuesta asimilar todo lo que ven y sienten, pero a la vuelta, esas experiencias vividas se van asentando y configuran una vivencia única.
A todos los hospitalarios nuevos se les da una formación y se les asigna un tutor para que el primer año siempre se encuentren acompañados y se integren sin dificultad.
¿Podría describir cómo se desarrolla el horario durante un día de la peregrinación diocesana?
El día a día en Lourdes depende del estamento en que te encuentres; por ejemplo la atención al enfermo o al peregrino, pero tenemos todos los actos en común, donde se hace presente la Hospitalidad al completo. Un ejemplo que puede ilustrar es el siguiente: los hospitalarios nos dirigimos al hospital a las 6 de la mañana y empieza la atención integral al enfermo hasta la noche, quedando un retén de guardia, por si surgiese cualquier necesidad.
En cuanto a los actos podríamos destacar la Procesión de Antorchas, la Procesión del Santísimo con bendición de enfermos, la anhelada misa en la Gruta, etc. En estos actos todos nos fundimos y formamos una unidad hospitalaria.
¿Cuáles son los aspectos que más hacen mella en los peregrinos?
Creo que lo que más impacta tanto en enfermos como en hospitalarios, además de acercarte a la Gruta y tener momentos intensos de oración ante la Señora, es la cercanía entre todos, esa compañía intensa y afectiva, el querer al otro sin pedir nada a cambio. Los hospitalarios al dar tus horas para atender a los demás; los enfermos agradeciéndote sinceramente lo que haces por ellos.
Te impresiona mucho oír de boca de los enfermos cuando dicen que “no hace falta que me cures, pero dame fuerzas para sobrellevar mi enfermedad” o bien ”no me cures a mi, sino a aquel le hace más falta”.
¿Podría compartir alguna anécdota vivencial?
Anécdotas hay muchas y de muy diferentes tipos, destacando las que surgen de la camaradería entre todos los que componemos la Hospitalidad. Podría hablar desde los matrimonios que han surgido entre hospitalarios hasta pequeños sustos que se han iniciado con un “Virgencita que me quede como estoy” y han terminado entre risas de todos.
Pero vuelvo a insistir, la mejor anécdota es ponerte delante de la Virgen y decirle: aquí estoy de nuevo, haz de mi un instrumento tuyo y no se haga mi voluntad sino la tuya.
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