El secretariado diocesano de Pastoral Universitaria ha llevado a cabo la celebración de la II Pascua Universitaria con motivo del Triduo Pascual. Han participado 21 jóvenes.
La cita ha tenido lugar en El Cottolengo de Las Hurdes desde el pasado miércoles, 17 de abril, hasta el domingo de Resurrección, 21 de abril.
El delegado de pastoral juvenil y director del secretariado de Pastoral Universitaria explica las motivaciones de este encuentro: “Hemos querido repetir esta actividad tras la buena experiencia del año pasado con los Esclavos de María y de los Pobres de Alcuéscar, en la provincia de Cáceres.”
Ayuda para vivir intensamente la Semana Santa
Desde este secretariado se pretende “ayudar al joven universitario a vivir los días de Semana Santa a través del voluntariado. Continuamente el Papa Francisco ha invitado a los jóvenes a que no sean jóvenes de sofa, sino que se impliquen en la transformación del mundo que les ha tocado vivir” en palabras de David Sánchez.
Los jóvenes han dedicado los pasados días de sus vacaciones ayudando al prójimo y viviendo junto a otros jóvenes los misterios centrales de la fe. Igualmente han participado en la celebración del Triduo Pascual.
Jóvenes de “Iglesia en Salida”
El trato con los enfermos y con aquellos que sufren exclusión social ha ayudado a los jóvenes ha entender más de cerca el sufrimiento. El delegado de pastoral juvenil subraya también que “muchos piensan que van a ayudar a los enfermos, pero en realidad son ellos quienes nos ayudan a nosotros.”
El trato diario con la institución religiosa que regenta la institución caritativo-social, la ayuda a los enfermos y la participación en las celebraciones litúrgicas del Triduo Pascual ha propiciado que se experimente una “Iglesia en Salida”. De ahí que David Sánchez Ramos afirme con rotuntidad: “Todo se ha vivido en un clima que ayuda incluso a aquel joven que se encuentra un tanto alejado de Dios o de la Iglesia propiciando encontrarse de nuevo con ambos.”
Un regalazo de Dios
El resumen de esta experiencia vivida lo expone el delegado de pastoral juvenil y universitaria: “Dias de amistad, de encuentro con Cristo en el enfermo, de testimonio de las hermanas y la Providencia, de oración, de confesión, de participación en los oficios preparados y sumamente cuidados por los jóvenes, especialmente con los cantos. Unos días que han sido para todos un regalazo de Dios.”
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