Con el fin de «promover las obras de apostolado, evangelización y cultura de la Catedral Metropolitana de Toledo y Primada de España», el Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, firmó, el pasado 1 de octubre el decreto de erección canónica de la Fundación «Primatialis Sedis Toletana».
El Patronato de la citada Fundación se constituyó el 29 de noviembre, conforme al decreto de nombramiento de sus miembros, firmado el día 25 de octubre, fiesta de la Dedicación de la Santa Iglesia Catedral Primada.
La Fundación tiene por fines principales ayudar y promover «la captación y gestión de fondos económicos y patrimoniales, así como la proyección social y cultural de la vida y las actividades de la Santa Iglesia Catedral Metropolitana de Toledo y Primada de España, por medio de todas aquellas actividades litúrgicas, evangelizadoras y culturales según las enseñanzas de la Iglesia», siendo la más inmediata la preparación del VIII Centenario de la Catedral gótica, que se celebrará entre los años 2026-2027.
Uno de los objetivos para esta efeméride, en lo que se refiere a la dimensión pastoral, es hacer de la catedral un verdadero santuario eucarístico y mariano. En cuanto a la dimensión caritativa y social, se pretende conseguir que el templo primado sea un referente de acogida, promoción y solidaridad. Por último, en el aspecto cultural, se pretende «trabajar para que la catedral sea un verdadero centro y espacio de diálogo cultural e interreligioso».
La #CatedralDeToledo es de estilo #gótico con una clara influencia francesa. Mide 120m de largo por 60m de ancho. Está compuesta por 5 naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas.
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— Catedral de Toledo (@SICP_de_Toledo) December 15, 2022
Año Jubilar de la Catedral Primada
Entre las actividades prioritarias de la Fundación cabe resaltar la solicitud a la Santa Sede de la declaración del Año Jubilar de la catedral de Toledo, primada de España, para el curso 2026-2027; la puesta en marcha del Proyecto Lúmina; la celebración de un Congreso Eucarístico Nacional y de un Congreso sobre Apostolado Seglar.
Otra de las iniciativas es la realización de una exposición sobre «La catedral gótica de Toledo. VIII Centenario». Además, se coordinarán y promoverán los actos conmemorativos del primer centenario de la Coronación Canónica de la imagen de Ntra. Señora del Sagrario, patrona de la ciudad. En este sentido, se pretende solicitar la declaración de la catedral como santuario mariano, así como la celebración del Congreso Mariológico Nacional en el templo primado.
Finalmente en los años 2026 y 2027 se pretende celebrar un Año Jubilar de la catedral de Toledo con la participación de todas las instituciones, parroquias, hermandades, cofradías y capítulos.
Tres años de preparación
Para el cumplimiento de sus objetivos, la Fundación ha elaborado un programa de tres años, desarrollado en proyectos anuales que comenzará en el curso pastoral 2023-2024 y concluirá el año 2027. El primer año tendrá su mayor intensidad entre los días 18 al 23 de enero, solemnidad de san Ildefonso, y entre el 18 y 25 de octubre, fiesta de la Dedicación de la catedral.
En el curso 2024-2025, las acciones más significativas serán en Semana Santa y el Corpus Christi, entre ellas la celebración del Congreso Eucarístico Nacional y del Congreso sobre Apostolado Seglar.
En el curso 2025-2026, entre otras acciones, se promoverá el Congreso Mariológico Nacional, así como una gran exposición sobre «La catedral gótica de Toledo. VIII Centenario».
Año Jubilar
El Jubileo de la catedral se celebrará desde el 25 de octubre de 2026, fiesta de la Dedicación del templo primado, hasta el 27 de octubre de 2027. Durante este jubileo las diversas entidades diocesanas tendrán celebraciones específicas para recibir las indulgencias del Año Ju bilar. En este año están previstas la celebración de las Jornadas de Cabildos, en la catedral de Toledo, así como diversas iniciativas culturales.
Una referencia pastoral
Más allá de su valor histórico y artístico concreto, la iglesia catedral primada tiene un valor y un significado teológico como referente para la vida pastoral de toda la archidiócesis. Además, como todas las catedrales, ha sido lugar de forja de la cultura occidental y europea; en ellas estuvo el embrión de las actuales universidades, se anticiparon labores asistenciales y fueron talleres de arte.
Siendo arzobispo Rodrigo Jiménez de Rada, la actual catedral, consagrada a la Virgen María en su Asunción a los cielos, comienza a construirse en el año 1226, sobre los cimientos de la catedral visigoda del siglo VI, que durante la dominación musulmana había sido utilizada como mezquita y, tras la reconquista de la ciudad, restituida al culto cristiano y consagrada de nuevo el 25 de octubre de 1088.
La construcción es de estilo gótico. Mide 120 m. de largo por 60 m. de ancho. Está compuesta por cinco naves, sostenida por 88 columnas y 72 bóvedas. Las naves laterales se prolongan por detrás de la capilla mayor rodeando el presbiterio y creando una girola con un doble pasillo semicircular. Su primer arquitecto fue el maestro Martín, a quien se deben las trazas de la planta y los comienzos de la obra en la cabecera del templo. Hasta el siglo XIV no se pudieron cerrar las naves laterales y es en este mismo siglo cuando se construye, en época del arzobispo Pedro Tenorio y en el costado norte, el claustro bajo con sus dependencias, siendo la más notable la capilla de San Blas que le servirá de enterramiento.
En el siglo XV, se levanta la capilla de San Pedro junto a la entrada del claustro, y se construye, en la cabecera, la capilla de Santiago, panteón familiar de la familia Luna. En 1493, siendo arzobispo Pedro González de Mendoza, se cierra la última bóveda, dándose por concluída esta magna construcción.
En el siglo XVI, con el cardenal Cisneros, se construye el retablo, la parte alta del coro y las rejas. En la primera mitad del siglo, se cierran todas las vidrieras y se realizan diversas modificaciones de planta con la construcción de la sala capitular, de la capilla Mozárabe y la capilla de los Reyes Nuevos, ya con el arzobispo Fonseca.
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