Comunicado Delegación Diocesana de Pastoral del Trabajo,
en apoyo a la familia del trabajador, muerto en accidente de trabajo en la localidad de Villarrubia de Santiago
Ayer, 27 de julio, falleció en siniestro laboral un hombre de 36 años en una empresa minera ubicada en la localidad de Villarrubia de Santiago. Lamentablemente los servicios sanitarios solo han podido certificar su defunción. El Padre bueno, Dios de la misericordia lo reciba en su casa. Se trata del segundo trabajador fallecido en la misma semana en la provincia de Toledo.
Desde la Delegación Diocesana de Pastoral del Trabajo, deseamos expresar nuestro más sentido pésame y solidaridad a la familia y amigos del trabajador fallecido. Nos duele profundamente este trágico suceso que vuelve a poner de manifiesto la alarmante cifra de muertes en el entorno laboral.
La pérdida de este trabajador nos obliga a reflexionar sobre una sociedad que, lamentablemente, no ha logrado garantizar el derecho fundamental a la vida desde su origen hasta su fin natural, incluidos los lugares de trabajo. Es imprescindible adoptar y promover una cultura de la vida, de todas las vidas y de toda la vida, como nos enseñó san Juan Pablo II en “Evangelium Vitae”, reconociendo su valor sagrado y el compromiso por crear condiciones que la protejan en el entorno laboral. Un empleo que no vela por el bienestar de los trabajadores no puede considerarse como un trabajo digno.
Hacemos un llamamiento para que ninguno permanezcamos indiferentes ante el dolor y la esperanza de nuestros hermanos del mundo del trabajo y hagamos nuestras las palabras del Papa Francisco: “El trabajo es para la vida. Ni una muerte más”.