La Hermandad de Hijos de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón llevaba a cabo, durante la tarde del pasado domingo, 16 de octubre, la solemne ceremonia de emisión de promesas temporales y perpetuas, por parte de algunos de sus miembros.
Las promesas temporales fueron emitidas por el diácono Óscar Ayuso, mientras que el sacerdote Jose Mª García, párroco de Navamorcuende y Sartajada, realizaba la profesión de promesas perpetuas.
La concelebración eucarística, celebrada en la toledana parroquia de san Andrés, fue presidida por el arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, quien subrayaba la necesidad de estar “cautivados por el amor del Corazón de Cristo”.
Todos los miembros sacerdotes de las diferentes comunidades de España participaban en la concelebración, a la que se unieron además un nutrido grupo de familiares de los que realizaban sus promesas.
El Arzobispo de Toledo invitaba a todos los miembros de esa asociación pública de clérigos “a beber de las fuentes de la salvación, del Corazón de Cristo, quien nos cura de nuestras heridas y de cuya herida aprendemos a curar las heridas de nuestros hermanos”. Igualmente, Mons. Cerro animaba a todos los participantes en esta celebración a vivir “con profundidad y entusiasmo este año pastoral, en nuestra archidiócesis, dedicado a la vida consagrada”.
Promesas perpetuas y temporales de la Hermandad de Hijos de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón, en la Parroquia de San Andrés y San Cipriano de Toledo. pic.twitter.com/qOdICtM40q
— Francisco Cerro Chaves (@Obispofcerro) October 16, 2022
Futura Sociedad de Vida Apostólica
El superior general de la Hermandad es el sacerdote D. José Mª Alsina, quien explica que durante la ceremonia “no se realizaban votos, sino promesas, puesto que no somos religiosos, aunque sí formamos parte de la vida consagrada”. Sus miembros realizan promesas temporales por tres años; al finalizar estos años se pueden realizar las promesas perpetuas.
La Hermandad de Hijos de Ntra. Sra. del Sagrado Corazón es, actualmente, una asociación pública de clérigos que aspira a ser constituida por sociedad de vida apostólica.
Sus miembros son sacerdotes diocesanos que viven en comunidad de al menos tres miembros, profesando los consejos de pobreza, castidad y obediencia. Un total de siete comunidades sacerdotales existen en la actualidad, esparcidas en las archidiócesis de Toledo, Barcelona, Pamplona y Santiago (Chile); también están presentes en las diócesis de San Sebastián y Getafe.
Su fin apostólico es ofrecer, a los Obispos, sacerdotes que trabajen en aquellos campos que les encomienden, “procurando en todo dar a conocer el Corazón de Cristo, clave de comprensión de la fe cristiana y esperanza de salvación para cada persona y para nuestro mundo” subraya su superior general.
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