La sonsecana sierva de Dios Ascensión-Sacramento Sánchez Sánchez ha sido declarada Venerable por el Papa Francisco este jueves 20 de junio.
Así lo daba a conocer la Santa Sede: “Durante la audiencia concedida esta mañana (20 de junio de 2024) al cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, el Sumo Pontífice autorizó al mismo Dicasterio a promulgar el decreto relativo a las virtudes heroicas de la sierva de Dios Ascensión Sacramento Sánchez Sánchez, del instituto secular Cruzada Evangélica; nacido el 15 de junio de 1911 en Sonseca (España) y fallecida en Madrid (España) el 18 de agosto de 1946”.
Oriunda de la localidad toledana de Sonseca
Natural de Sonseca (Toledo), donde nació el 15 de junio de 1911, Ascensión Sacramento Sánchez intensificó su vida de fe a los 18 años tras leer a santa Teresa del Niño Jesús. Fruto de esto comenzó su labor evangelizadora, primero en Acción Católica.
Al estallar la Guerra Civil, en la que perdió a dos hermanos y fue testigo de saqueos y destrucción de iglesia, viajó a Santander para quedarse con su hermana. Un viaje providencial, pues allí conocería al padre Doroteo Hernández Vera, que ante la expansión del odio religioso fundó la obra religiosa Cruzada Evangélica. En este instituto entraría después la propia Ascensión.
Así, apoyo al sacerdote en el apostolado que desarrolló en las cárceles, y en la difusión del carisma de la Cruzada Evangélica, reconocida oficialmente por el obispo de Santander en 1940.
De hecho, fue requerida para extender esta obra religiosa a Madrid. Así, el 14 de junio de 1941, el instituto abre su primera casa de apostolado con la inauguración del Albergue de la Merced para ex-reclusas. Ella es la primera cruzada mayor de Madrid y la primera directora.
Allí vivió durante cinco años hasta su muerte en 1946 por una fiebre tifoidea. «La Sierva de Dios vivió en profundidad su vocación de cruzada marcada por su excepcional entrega apostólica en una constante búsqueda de su propia santidad y la santidad de los demás. El apostolado en un ambiente hostil, ingrato, abandonado de tal manera, la acercó a Dios que le pidió que le quitase todos los consuelos, que le pidiese lo que fuera con tal que las almas no le ofendiesen, y ofreció su vida por la conversión de las almas», se recoge en la web del instituto.
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