Cuatro familias de la Archidiócesis, representando a las cuatro vicarías territoriales, responden a varias preguntas que quieren resumir la experiencia vivida durante la semana pasada en el santuario portugués de Fátima
1.- ¿Cuáles son vuestros nombres, cuántos hijos tenéis y cuál es vuestra parroquia?
Yolanda Martín León (madre), José Luis Almendro García (padre), Francisco Almendro Martín (9 años) y José Almendro Martín (casi 7 años). Parroquia de Yeles.
2) ¿Cuántas veces habéis participado en el Encuentro Diocesano de Familias?
Es la tercera vez que participamos en el encuentro de Fátima.
3) ¿Qué subrayaríais de esta experiencia diocesana?
Este año lo hemos vivido con más paz y sensación de fraternidad con nuestros hermanos de la Diócesis. La organización se ha volcado y muchas familias con sus hijos mayores como monitores han participado en la organización; el resultado ha sido maravilloso. Hemos podido celebrar nuestra fe en un lugar muy especial.
4) ¿Qué aspectos de las palabras y la presencia de Don Braulio, durante el Encuentro, os han resultado más atrayentes?
Sobre todo lo resumiría en sentir como de verdad nuestro Señor Arzobispo es padre de todos los católicos de la Diócesis. A través de él sentimos la cercanía de una iglesia que entrega la vida por sus hijos.
5) ¿Algún momento especial de esta Edición de cara a vivir la fe en familia?
Es maravilloso ver como los niños van creciendo, haciéndose adolescentes, algunos se hacen novios, algunos novios se han casado y están esperando un bebé. Es un ambiente idóneo para que nuestros hijos crezcan y se desarrollen como personas con un gran sentido transcendental, que haga crecer su fe y su personalidad. Un testimonio muy importante fue el de los jóvenes del Cenáculo, llena de esperanza saber que, por muy compleja que sea una situación, viviendo la fe con los hermanos se puede salir a delante.
6) ¿Recomendáis esta experiencia a otras familias de la archidiócesis? ¿Por qué?
Recomendamos encarecidamente ir al Encuentro de Familias. El matrimonio sale reforzado y los hijos tienen una experiencia de fe y un testimonio de otros niños y jóvenes que resulta muy importante.
1.- ¿Cuáles son vuestros nombres, cuántos hijos tenéis y cuál es vuestra parroquia?
Ricardo Carrasco García y María Villanueva Bellón
2 Hijos: Roberto (5 Años) y Ana ( 1 Año)
Parroquia de San Eugenio, Mártir en Argés
2) ¿Cuántas veces habéis participado en el Encuentro Diocesano de Familias?
Es nuestra primera vez en Fátima
3) ¿Qué subrayaríais de esta experiencia diocesana?
La gran acogida que la Diócesis ha mostrado a los que hemos ido al encuentro por primera vez, mostrando una cercanía desconocida para nosotros. Este encuentro nos ha brindado la oportunidad de vivir una experiencia de comunidad cristiana viva y universal, así como una profundización en la formación matrimonial y personal.
También: poder descubrir la figura de nuestra Madre, la Virgen María, que alienta nuestra esperanza y alivia nuestro sufrimiento, así como la intensa misión que tenemos de proclamar a todos aquellos que no conocen el mensaje de Cristo, siguiendo el ejemplo incansable de “los pastorcitos”.
4) ¿Qué aspectos de las palabras y la presencia de Don Braulio, durante el Encuentro, os han resultado más atrayentes?
Queremos destacar la generosa cercanía y disposición de servicio de nuestro Arzobispo D. Braulio siendo ejemplo de fraternidad.
Entre otras frases pronunciadas, la que más nos impresionó fue “…ser canal y no obstáculo a la gracia” que comentó mientras nos contaba la experiencia de la visita al Papa por parte del grupo de “Las Teresas” ante la pregunta que le hizo el Papa sobre cómo conseguía que grupos como este salieran adelante dentro de la archidiócesis de Toledo. Haciéndonos caer en la cuenta del bien que haríamos si fuésemos canal de la gracia en nuestra vida.
5) ¿Algún momento especial de esta Edición de cara a vivir la fe en familia?
El fruto de la oración y el ejemplo de otros matrimonios que nos acompaña en nuestro camino; ver como muchos matrimonios ponen en el centro de sus vidas al Señor nos hace ver que el proyecto de Dios en nuestro matrimonio es posible.
6) ¿Recomendáis esta experiencia a otras familias de la archidiócesis? ¿Por qué?
Porque en la playa o en otros lugares de interés turístico no se encontrará un encuentro personal con Dios de una forma tan intensa y EN FAMILIA.
Se nos encomendó la misión de id y anunciad lo que habéis visto y oído… pues así lo hacemos.
1.- ¿Cuáles son vuestros nombres, cuántos hijos tenéis y cuál es vuestra parroquia?
Somos Josué García y Virginia Serrano.; vivimos en Talavera de la Reina. La verdad: no tenemos una parroquia fija, pero somos asiduos de la Basílica de Nuestra Señora del Prado, de la Parroquia de San Ildefonso y con una gran predilección por la parroquia de Santa Catalina del Real de San Vicente. Llevamos un año y nueve meses casados y aún no tenemos hijos.
2) ¿Cuántas veces habéis participado en el Encuentro Diocesano de Familias?
Es la tercera vez: la primera de ellas fue siendo novios y ya son dos ocasiones en las que participamos como matrimonio.
3) ¿Qué subrayaríais de esta experiencia diocesana?
Nos gustaría subrayar la increíble organización, lo atentos que están todos de todos resulta algo impresionante. Como familia nos llevamos una gran experiencia con el Inmaculado Corazón de María que es generosísimo. Y no podemos olvidar que el Encuentro sirve, no para descansar físicamente, sino para llenar el corazón y el espíritu del amor incondicional del Señor, de su infinita misericordia. Hemos compartido mesa y charlas con conocidos, amigos y desconocidos que ya no lo son.
4) ¿Qué aspectos de las palabras y la presencia de Don Braulio, durante el Encuentro, os han resultado más atrayentes?
Nos gustaría destacar de Don Braulio lo gran ponente que es. Decían algunos matrimonios que hablaba de manera sencilla, pero nos gustaría apuntar que, no es que hable de manera sencilla, sino que nos hace profundizar en cuestiones quizás algo densas de una manera simple. Nos habla no como hermanos, como decía en sus homilías, sino como auténticos hijos. No podemos dejar de agradecerle todo el encuentro y todas las realidades existentes en las archidiócesis; porque no dejan de ser un empeño suyo por conducir y amar a todas y cada una de sus ovejas. De verdad, ¡gracias Don Braulio!
5) ¿Algún momento especial de esta Edición de cara a vivir la fe en familia?
Hemos quedado muy impresionados y tocados con la Comunidad del Cenáculo. Nos tocó también el testimonio que dieron las mujeres del grupo de Santa Teresa, ya que Josué proviene de padres divorciados y hubo intervenciones que le tocaron especialmente el corazón. También hemos visto hecho realidad el proyecto que se presentó el año pasado de las Familias de Emaús; ello nos ha invitado a ser más caritativos con el hermano que viene de otra realidad.
6) ¿Recomendáis esta experiencia a otras familias de la archidiócesis? ¿Por qué?
Pero ¿cómo no vamos a recomendarlo? Es algo especial. Además, como anécdota, el grupo Familyrock ya existía en el pasado encuentro, pero una serie de matrimonios entre los que nos encontramos nosotros, hicimos realidad encontrarnos a través de ese plan diocesano. El Familyrock ha sido y esperemos que sea un gran pilar en los primeros años de nuestro matrimonio. No podemos hacer otra cosa que recomendar incansablemente el Encuentro para otras familias.
1.- ¿Cuáles son vuestros nombres, cuántos hijos tenéis y cuál es vuestra parroquia?
Enrique y Eva. 4 hijos de 15, 14, 11 y 6 años. Vivimos la fe en la parroquia de El Divino Salvador de Madridejos.
2) ¿Cuántas veces habéis participado en el Encuentro Diocesano de Familias?
Hemos tenido la oportunidad de participar los 6 años consecutivos.
3) ¿Qué subrayaríais de esta experiencia diocesana?
Se lo hemos preguntado a nuestros hijos; a los mayores, adolescentes, les ha ayudado “el ambiente cristiano, vivir todos lo mismo”…y ante nuestra insistencia con esta pregunta responden… “que todo bien.” (¡son adolescentes!).
La de 11 años la hemos visto muy feliz por la alegría con la que se expresaba éstos días pero ahora dice que “no encuentra palabras”… con la misma cara de alegría.
El pequeño de 6 años decía, todos los días, “Mamá, Papá, éste año es mi mejor Fátima”. Su expresión de felicidad no tiene precio.
Cómo familia: tener la oportunidad de estar todos en el mismo Encuentro nos hace sentir unidos a vivir, en familia, la fe y unidos también a María.
Compartir con otras familias nos enriquece mucho.
Vivir una experiencia de Iglesia Universal nos une a la familia, nos abre a otras, nos ayuda a salir de nosotros mismos y a ver la necesidad de vivir la fe en comunidad y a evangelizar.
4) ¿Qué aspectos de las palabras y la presencia de Don Braulio, durante el Encuentro, os han resultado más atrayentes?
Su presencia durante todo el encuentro es “un testimonio precioso”.
Lo sentimos como “un padre”, cercano, pendiente, que anima a seguir adelante…
Cuando se acerca y se dirige a nosotros con toda naturalidad y pregunta con nuestro nombre o el de nuestros hijos o sobre una cuestión que hemos hablado en otro momento… como si fuera ayer.
Algunas frases que resuenan en nuestro corazón:
“Educar es diferente de enseñar”.
“Educar no es informar”.
“Es muy importante cuidar a los que colaboran en nuestros proyectos… y no me refiero a formarlos”.
“Dios crea y une. El hombre separa y destruye”
“No somos cristianos por una decisión ética sino por un Encuentro”…
5) ¿Algún momento especial de esta Edición de cara a vivir la fe en familia?
Sentirnos acompañados por nuestro pastor y obispo, D. Braulio; Compartir la experiencia con familias de nuestra parroquia. También mencionar las iniciativas diocesanas de la Delegación de Familia y Vida, junto con las experiencias de otras parroquias, grupos y movimientos. Algo impactante: los testimonios de la Comunidad del Cenáculo. Sin olvidar: el testimonio del Papa Francisco a través del encuentro con el grupo Santa Teresa de mujeres separadas, etc.
Podríamos seguir nombrando todos y cada uno de los momentos vividos como diferentes, especiales, únicos, necesarios… Creemos que estos encuentros están arropados por la Virgen de Fátima de forma muy especial.
6) ¿Recomendáis esta experiencia a otras familias de la archidiócesis? ¿Por qué?
¡Por supuesto!
Porque es una experiencia preciosa de Iglesia diocesana y universal que nos une más a Dios, a nuestra familia y a otras familias; incluso a familias que allí no están pero que llevamos en nuestro corazón, por nuestro trabajo, apostolado o realidad en la que vivimos.
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