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La Catedral Primada ha acogido, este domingo 8 de diciembre, la Misa de pontifical, con motivo de la solemnidad de la Inmaculada Concepción, presidida por el obispo auxiliar y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Mons. Francisco César García Magán. Junto a él, han concelebrado el obispo emérito de Albacete, Mons. Ángel Fernández Collado y el Deán, D. Juan Pedro Sánchez Gamero.

Además, han participado en la solemne concelebración eucarística los miembros del cabildo catedralicio, los formadores de los seminarios diocesanos, junto a un nutrido grupo de sacerdotes.

Al finalizar la ceremonia eucarística, con delegación de la Sta. Sede, Mons. García Magán impartía la bendición papal con indulgencia plenaria.

 

En comunión con el Papa

Mons. García Magán parafraseando al cardenal don Marcelo González Martín, ha recordado que “celebramos esta Eucaristía en comunión con nuestro Santo Padre, el Papa Francisco“. De igual manera, ha hecho mención del viaje misionero del Arzobispo de Toledo, Mons. Francisco Cerro Chaves, quien se encuentra en Puerto Rico, invitado por los obispos de la isla caribeña.

Don Francisco César, a colación de esta solemnidad mariano dentro del tiempo litúrgico de Adviento, ha subrayado: “No se trata de un paréntesis o de un parón en el tiempo litúrgico, sino más bien de un acicate, de un estímulo, para que continuemos peregrinando y preparándonos al nacimiento del Señor”.

 

Patrona de España

En relación a María Inmaculada, el obispo auxiliar ha recordado que “La Virgen se convierte en el cauce necesario para que esa inicial promesa de salvación se viera culminada en la realidad de la encarnación del Verbo, de la encarnación de la Palabra de Dios y, así, Dios se hace historia humana”.

En este sentido ha exhortado a vivir abiertos a la gracia del Señor: “Recordemos que nada es imposible para Dios, si nos abrimos a su gracia, si nos dejamos inundar de la gracia de Dios, como hizo la Virgen Santa María“.

El prelado también ha recordado el patronazgo de María Inmaculada sobre España, invitando a encomendar a la Virgen María el futuro de la nación: “A ella encomendamos a nuestra patria; para que en medio de situaciones y circunstancias, no fáciles en los distintos ámbitos de la vida social, sea ella también luz y faro de esperanza. Sea ella la que nos cobije con su manto”.

 

Ser constructores de caminos por donde transite el Mesías

Por último, don Francisco César ha elevado una súplica por todos los afectados de las inundaciones en distintos puntos geográficos de España; igualmente ha recordado la necesidad de pedir por la paz “en Ucrania, en Tierra Santa , en Oriente Medio y en esos otros lugares, donde, porque no aparecen cada día en los medios de comunicación, parece que no hay situaciones graves de crisis, de luchas de conflictos”.

Tampoco ha querido el obispo auxiliar olvidar la labor de los misioneros, especialmente en países como “Venezuela, Nicaragua y Cuba; allí los misioneros españoles llevaron el amor, el cariño y la devoción a la Virgen Inmaculada”.

Concluía su homilía exhortando a ser “constructores de caminos por donde pueda transitar el Mesías, en la vida de todos los hombres y mujeres”.

 

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