El pasado sábado 17 de julio, con motivo de la festividad de Nuestra Señora del Carmen, la Cofradía homónima de la parroquia de San Andrés y San Cipriano de la ciudad de Toledo, sacaba en procesión a su imagen por las calles aledañas a la iglesia parroquial, sede canónica de la hermandad.
“Esta ha sido la primera procesión en realizarse en Toledo, tras la finalización del confinamiento” indican desde la propia hermandad carmelitana.
“Teníamos que salir de las sacristías, como nos pide nuestro arzobispo, devolver la alegría a las calles, con la piedad popular, llevando el Evangelio a las gentes de nuestro alrededor” ha indicado el presidente de la Cofradía, Rafael Cabello. “Nuestro consiliario nos ha apoyado y animado en todo momento, siempre teniendo presente el cumplimiento de la normativa sanitaria tanto en el interior del templo como en el exterior”.
Los actos en honor de la Virgen del Carmen daban comienzo el pasado día 16, con el rezo del Santo Rosario, la celebración de la Santa Misa y el rezo del Triduo, y finalizaban el domingo 18 de julio con la celebración de la Santa Misa conmemorativa del X Aniversario de la refundación de la Cofradía, con la asistencia de numerosos fieles cofrades y devotos.
Cofradía de principios del siglo XVIII
La Cofradía de Nuestra Señora del Carmen, con sede canónica en la iglesia parroquial de San Andrés y San Cipriano, fue fundada en el año 1711, firmando los primeros estatutos el deán de la Santa Iglesia Catedral Primada, D. Pedro de Herrera. La Cofradía tiene su origen en la antigua Cofradía de ánimas de la parroquia, que quedó integrada en la del Carmen al desaparecer aquella. El 1 de julio de 2011 es erigida canónicamente y aprobados sus Estatutos, siendo arzobispo de Toledo Mons. Braulio Rodríguez Plaza.
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