Esta mañana ha tenido lugar la celebración solemne de Sagradas Órdenes en la Santa Iglesia Catedral Primada presidida por el Sr. Arzobispo, Mons. Braulio Rodríguez Plaza.

La ceremonia ha dado comienzo a las 11h y,  junto con el Arzobispo de Toledo, han concelebrado el obispo auxiliar, Mons. Ángel Fernández Collado y el obispo emérito de Segovia, Mons. Ángel Rubio Castro. Junto a ellos, los miembros del Cabildo Primado y un numeroso grupo de sacerdotes han participado en la solemne concelebración eucarística.

Los nuevos sacerdotes ordenados son cuatro mientras que el número de diáconos asciende a diez.

En su homilía el Sr. Arzobispo se ha dirigido primeramente a los 4 sacerdotes ordenados indicándoles: “Os esperan las comunidades cristianas, para enseñar con paciencia, presidir con humildad y celebrar en nombre de Cristo Cabeza de la Iglesia, viviendo el amor del Señor a todos”.

D. Braulio Rodríguez ha querido subrayar la actitud que ha de acompañar a los sacerdotes en su tarea pastoral: “Hoy, para llevar a cabo esta obra apostólica, hay que salir, acercarse, escuchar, acompañar con entrañas de misericordia. No puede hacerse desde la altivez, la prepotencia o, también, sin las ideas claras y convicciones poco profundas”.

En su homilía ha habido una mención especial al Papa Francisco cuando ha indicado lo siguiente: “La vida y el ministerio de un cura no es una carrera de éxitos personales, como constantemente recuerda el Papa Francisco. Este es un misterio de amor a Cristo y de Cristo que resulta bien en el humilde y en el dispuesto a crecer en el amor que actúa moviendo los espíritus”.

También se ha dirigido a los nuevos diáconos con las siguientes palabras: “La grandeza del ministerio diaconal, que ahora vais a recibir, consiste en la misión de hacer presente al diácono Jesucristo en el tiempo de la Iglesia, continuando con la trasmisión de los signos del amor de Jesucristo hacia los más pobres. Una gran tarea. Repito: ser diácono significa hacer presente en la Iglesia, mediante el sacramento, el misterio de la diaconía de Jesucristo, su amor”.

Por último el Sr. Arzobispo ha invitado a todos los presentes a orar por los nuevos sacerdotes y diáconos.

Aquí se puede leer la homilía completa.